De acuerdo con el escritor Nicolás Alvarado, al hablar de corridos tumbados es imposible no referirse a una película de 1948 llamada “El pirata” con Judy Garland y Gene Kelly, y dirigida por Vincente Minnelli. Se trata de uno de los musicales clásicos de la Metro-Goldwyn-Mayer, que a pesar de que no fue un éxito en su momento, hoy es muy apreciada por sus canciones de Call Porter y su locura cromática, pues lo que hace Minnelli con el color es verdaderamente asombroso y absolutamente delirante.
Vagas ensoñaciones
La cinta cuenta la historia de Manuela, una joven de familia casadera, que es huérfana. Ella vive en una isla imaginaria llamada Calvados que se supone está en costas en el Caribe y cuya tía quiere arreglar un matrimonio con el alcalde de la isla porque es huérfana y no tiene quien la proteja económicamente.
Manuela es muy infeliz por casarse con este hombre, porque ella sueña con relatos de aventura protagonizados por Macoco, un pirata. Hay una gran cantidad de libros que cuentan las aventuras de este pirata y ella se evade y se abandona de su triste realidad con ensoñaciones de las glamurosas historias, donde Macoco se dedica a saquear, a pillar, a robarles a los ricos para darle a los pobres y a ser un héroe en la enfebresida imaginación de Manuela.
Muy pronto llega a la isla de Calvados, una tropa de integrante de circo encabezada por Serafín personificado por Gene Kelly, un hombre muy apuesto, hábil con las armas, pero que baila y canta, es muy galán y las trae a todas muertas. Además, tiene un pasado del que nadie habla y, por una serie de complicaciones de la trama, Manuela se empieza a convencer de que en realidad Serafín es Macoco, el pirata con el que siempre soñó.
Serafín se enamora de Manuela y le hace pensar que es Macoco. Y es entonces cuando se revela toda la verdad del asunto, la verdad es que Manuela NO está comprometida con Macoco el pirata, la verdad es que el alcalde de pueblo, ese hombre detesnable con el que su tía la comprometió es el pirata de los sueños de Manuela.
Han pasado ya muchos años, pero esta historia demuestra que la realidad siempre resulta mucho más atractiva que la literatura y el pirata de las fantasías enfebresidas de Manuela, el bandolero, es el hombre que no quería Manuela y con el que se había comprometido.
DESCUBRE porque Nicolás asegura que imposible no pensar en los corridos tumbados al ver esta película de 1948 en este nuevo episodio de La Pinche Complejidad.
Corridos bélicos y otras complejidades de la realidad
Muchos se preguntarán, porque Nicolás no comenzó hablando de Peso Pluma, de Natanael Cano o del Chapo Guzmán, quizá hubiera sido pertinente, y no conversar de una cinta de 1948.
Sin embargo, la complejidad de la narrativa de los corridos tumbados tiene todo que ver con el mito de “El pirata”, pues tiene origen mitológico en la idea del bandido social.
El escritor reflexiona que en los corridos tumbados como “Pacas de billetes”; “PRC”; “AMG” de artistas como Natanael Cano y Peso, en quienes se dibuja la figura del bandolero que se dedica básicamente al narcotráfico.
La historia de las canciones ensalzan la vida del narcomenudista y que deriva pingües ganancias de esto y por ello, estas figuras tienen un estilo de vida que resulta muy romántico, muy próspero, donde hay muchas mujeres, lujo, fiesta, marcas costosas, lo que hace que el público, al igual que Manuela, la protagonista de la mencionada cinta tengan ensoñaciones con esa vida.
Un bandido social
Nicolás aborda que el germen de ese personaje, es el mismo perfil de Macoco, es un tipo social en el sentido griego de la palabra, es decir, una máscara, una manera de ser que se remonta a la Europa medieval y qué es conocida como el bandido social, una especie de Robin Hood.
El bandido social es un constructo cultural que ha sido teorizado como un personaje que surge de un entorno económico desfavorecido, por lo que debe enfrentar el desprecio, la discriminación y a menudo incluso la represión y la injusticia de el Estado y por eso se dedica a una vida al margen de la ley, para no solo hacerse de lo satisfactores materiales que necesita para ser exitoso, sino para hacerse de dignidad y de manera casi alegórica para su identificación vicaria al devolverle la dignidad a aquella comunidad que le dio origen.
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