La desaparición del sistema CompraNet y otras reformas la Ley de Obras Públicas y Servicios Relacionados con las mismas que aprobaron este martes negro para el país las y los diputados del oficialismo, contribuirán a la opacidad, la discrecionalidad, y la asignación de contratos a los amigos y compadres de la Transformación de Cuarta.
Son dos iniciativas que la presidenta de México envió a la Cámara de Diputados, la ya citada de obras y la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público, fueron aprobadas por la mayoría oficialista, sin el mínimo análisis o discusión en comisiones previas, donde incluso a la oposición se le censuró a través de impedirle tomar la palabra durante la “discusión”.
La lucha contra la corrupción en el país vive su momento más crítico, a nivel mundial. De acuerdo al Índice de Percepción de la Corrupción elaborado por Transparencia Internacional, México ocupa el lugar 140 de 180 países evaluados. Lejos quedamos de ocupar el lugar 95 en 2014 en materia de transparencia y lucha contra la corrupción.
La Auditoría Superior de la Federación señaló que durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, 52 mil millones de pesos no fueron solventados, cifra de recursos públicos que probablemente fueron producto de actos de corrupción.
Con estas reformas, se fomenta la contratación consolidada, el diálogo competitivo o estratégico, que más bien parece diálogo en lo oscurito, los convenios entre los entes públicos, los ajustes a los costos indirectos y también reducen la participación de los testigos sociales en las licitaciones públicas más importantes.
Todas estas figuras que les he mencionado no hacen más que fortalecer en la discrecionalidad en favoritismo, el amiguismo y el clientelismo acostumbrado en este régimen a utilizar con el tráfico de influencias en los contratos públicos gubernamentales.
Tan es así que ya varias organizaciones civiles han señalado que del año 2018 al año 2024 se utilizó en un 78% la figura de la adjudicación directa podría decir que la figura favorita para construir en este país es adjudicar contratos a sus amigos.
Así sucedió con el Tren Maya que por cierto tuvo el 92% de contratos bajo adjudicación directa. La refinería de Dos Bocas contrató más de 44 mil millones de pesos mediante la misma figura. En Segalmex, mediante adjudicaciones directas se saquearon 19 mil millones de pesos.
La reforma establece que Pemex y CFE no lleven a cabo ningún ajuste para respetar la Ley de Obras Públicas y mucho menos el Ejército. Con esta trampa legal, personas como los amigos de los hijos del ex presidente van a ser los beneficiarios de contratos públicos. Se repetirán casos como los amigos de Andy, los de Bobby. Sin duda un grave retroceso en transparencia y rendición de cuentas que, por el contrario, fomenta la discrecionalidad y la corrupción.
POR HÉCTOR SAÚL TÉLLEZ HERNÁNDEZ
VICECOORDINADOR ECONÓMICO DEL GPPAN
EEZ