El fallecimiento de Olegario Vázquez Raña despertó, y en otros casos revivió, las ambiciones de quienes tienen interés de llegar a lo más alto del Comité Olímpico Mexicano (COM).
Si bien el periodo de María José Alcalá se va a extender hasta 2028, saben que están justo en el momento en el que hay que empezar a grillar, perdón, a sembrar para cosechar en el futuro. Y es que, si bien la silla de la Conade siempre será atractiva para cualquiera, la del COM no es menos envidiable.
A ella han aspirado muchos, por eso quienes no son miembros permanentes o federados han tratado de llegar a costa de lo que sea, o tratarán de hacerlo. Es interesante que en estos tiempos sea una mujer la presidenta del COM. Antes que Alcalá lo intentó Jimena Saldaña, el brazo derecho de Mario Vázquez Raña. Simplemente no pudo pasar. Y la designación de Marijose, por supuesto con la venia de Olegario, molestó a varios por considerar que ella no lo merecía.
En este país a veces tan clasista y racista todavía hay quien cree que los Maximiliano de Habsburgo son los únicos que tienen el derecho de estar en las posiciones de poder. A esos mismos les indignó que Vázquez Raña haya declarado durante los Juegos Olímpicos de París 2024 que Marijose Alcalá es la mejor dirigente que ha tenido el COM.
Pero ya sin su presencia en el ajedrez de la política deportiva se moverán las piezas en otro sentido. Uno de los aspirantes es el presidente de la Federación Mexicana de Futbol, Ivar Sisniega, quien por su condición de federativo ya es miembro del COM, pero si la perdiera se quedaría como miembro permanente.
Con tantos problemas por resolver en la FMF resulta curioso, por decir lo menos, que esté muy activo en el deporte olímpico. Así como Alfredo Castillo y sus huestes asesoran a Rommel Pacheco, Sisniega ya también le habla al oído al director de la Conade. No crean que el hecho de que lo haya invitado a la presentación de la Olimpiada Nacional y públicamente lo haya llamado “el padre” de esta competencia es casualidad o fue un simple gesto de amabilidad. Ivar Sisniega tiene un pie en la FMF y otro en la Conade.
Gran amigo, casi hermano de Horacio de la Vega, ambos pentatletas, conocen el negocio del deporte a profundidad. Han sabido tirar sus tentáculos incluso desde antes de que operaran los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011. Cómo olvidar aquella comida en la que delante de 150 personas Mario Vázquez Raña tildó de ladrón a Sisniega por el desfalco de más de mil millones de pesos por los “malos manejos” de ese evento. Lo acusó de haberse portado mal.
“Ya cayó de mi gracia”, dijo en la reunión que organizó en sus oficinas de la OEM. Ya sin el poder de los hermanos Vázquez Raña, Sisniega tiene vía libre. Los demonios andan sueltos. La última palabra, sin embargo, la tendrá Olegario Vázquez Aldir.
POR BEATRIZ PEREYRA
COLABORADORA
@BEATRIZAPEREYRA
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