Se atribuye la frase “en política la forma es fondo” a Reyes Heroles; sea de él o de otro, en la cultura política mexicana es un principio aplicable en la vida institucional, pero eso no lo practicó la Ministra Norma Piña el 5 de febrero de hace un año, en la conmemoración de un aniversario más de la Constitución.
En esa ceremonia, el protocolo republicano no lo cubrió la Ministra: el Presidente López Obrador ingresó y recibió del Ejército los honores de ordenanza al Jefe de Estado, práctica obligatoria aquí, en los Estados Unidos y en cualquier país de sistema republicano y presidencialista, sobre todo en una ceremonia del Poder Ejecutivo a la que asisten como invitados los representantes de los otros dos poderes.
Al pasar el Presidente al Salón fue recibido de pie, por los asistente menos la Ministra Piña y cuando a ésta le tocó hablar dijo: “señores representantes de los poderes”, sin referirse ni por su nombre e investidura al titular del único poder unipersonal en un acto en el que se habla de la Constitución en cuyos artículos se da al Ejecutivo la categoría de Jefe de Estado.
Algún comentócrata televisivo dijo: la Ministra actúo correctamente porque son 3 poderes iguales, sin considerar lo aberrante del comentario, debemos aclarar el por qué al Ejecutivo se le rinden honores, principalmente en los actos que preside: los otros dos poderes, aparte del Ejecutivo, son colegiados y en el caso del Poder Judicial, la Suprema Corte lo asume y éstos delegan la representación a la Presidenta o Presidente; en el caso del Poder Legislativo es un sistema bicamaral cuyas cámaras integran el congreso general y designan a un presidente por determinados periodos.
El Ejecutivo es el único poder unipersonal cuyo mando absoluto lo ejerce a través del gabinete de gobierno a cuyos integrantes nombra sin restricción alguna con excepción de los altos funcionarios de Hacienda, a los Embajadores y Cónsules del servicio exterior quienes deben ser ratificados por el Senado o en su caso por la Comisión Permanente, y del Ejército Nacional cuyos mandos superiores son ascendidos por decisión del Ejecutivo Federal.
Hago solo referencia de algunas facultades que la Constitución le da al Ejecutivo para hacerlo preeminente ante los otros poderes.
La tradición constitucionalista afirma que el Judicial dice la Ley, el Legislativo hace la Ley y el Judicial ejecuta en el marco de la Ley las políticas de Estado; de ahí, su preeminencia ante los otros poderes, pero no se limita a la función de la administración pública, sino que el Ejecutivo también tiene facultad de iniciativa de leyes y de promulgación y publicación o de veto y, hasta antes de la Reforma Constitucional al Poder Judicial, el Presidente nombraba a los ministros de la Corte proponiendo una terna y someterla a la aprobación del Senado.
En el mismo acto del 5 febrero, la Ministra Piña dijo: que somos un Estado Constitucional de Derecho, es decir que la Constitución es la síntesis de poderes, no hay duda, por tal motivo el sistema político mexicano es Presidencialista, porque así lo define la Constitución desde la de 1824.
Los mismos comentaristas este reciente 5 de febrero se sumaron al coro ante los reclamos por la exclusión del Poder Judicial, no se invitó a la Presidenta de la Corte, otras ministras estuvieron presentes y tiene razón la Presidenta Claudia Sheinbaum si no saben cuidar las formas republicanas, no se les invita a un acto del Ejecutivo, porque la ceremonia es conmemorativa de la promulgación de la Constitución y lo promulga en un decreto el Poder Ejecutivo.
POR PLÁCIDO MORALES VÁZQUEZ
@PlacidoMorales_
Premio Chiapas 2018 y Procurador General de la Defensa del Trabajador (PROFEDET)
MAAZ