Sostiene Pereyra

Adicciones en deportistas

El tema de la salud mental en los deportistas es un tabú. Cuesta mucho trabajo encontrar a uno, hombre o mujer, que esté dispuesto a hablar públicamente de lo que lo acongoja

Adicciones en deportistas
Beatriz Pereyra / Sostiene Pereyra / Opinión El Heraldo de México Foto: Foto: Especial

El tema de la salud mental en los deportistas es un tabú. Cuesta mucho trabajo encontrar a uno, hombre o mujer, que esté dispuesto a hablar públicamente de lo que lo acongoja o hace sufrir. Suelen hacerlo en silencio, porque están ciertos de que enseñar su tristeza, ansiedad o depresión los vuelve débiles. Nadie que esté pensando en competir al más alto nivel se puede dar el lujo de mostrarse frágil o roto, pero parece que ventilar ese estado ayuda de alguna manera a la sanación. 

Este es un rubro que también debe ser atendido en la Conade, porque hemos visto que en muchas ocasiones los psicólogos deportivos son sustituidos por los coaches mentales. Hace no mucho platicaba con un par de psicólogos que han trabajado con deportistas mexicanos. Uno de ellos me contaba lo importante que es detectar cuando lo que le agobia a un atleta sale de las manos de ellos, para canalizarlo con un psicólogo clínico o con un psiquiatra; el otro hablaba de los grandes riesgos que representa que una persona sin la experiencia ni los conocimientos tenga en sus manos a un deportista que podría desmoronarse, ya sea por un fracaso deportivo o, peor aún, porque su salud mental está deteriorada. 

Pero, incluso, sin que los deportistas atraviesen por una situación especial, trabajar con la persona equivocada puede causar problemas. Esta es un área donde la Conade no se puede permitir errores, porque hemos sabido de casos donde los atletas pasan por problemas de adicciones. Uno de esos es el del canoísta Everardo Quirino, quien fue campeón mundial en la prueba C-1 1,000 metros, en Hungría 2006.

Un muchacho talentoso, a quien las autoridades deportivas (Federación Mexicana de Canotaje y Conade) le dieron manga ancha, como si las indisciplinas no fueran un asunto institucional por atender. Él dejó su natal Pátzcuaro para venir a vivir a la CDMX, luego entonces estaba bajo el resguardo de quienes dirigen el deporte, y dejaron que se perdiera. Esa medalla mundial que ganó con apenas 20 años lo puso en los reflectores, y con grandes esperanzas para ganar una presea en Beijing 2008. Su mejor lugar en una justa de verano fue el décimo sitio que obtuvo en Londres 2012. Aunque intentó clasificar a Tokio 2020, tampoco lo logró. 

Más recientemente tuvimos el caso del taekwondoín Brandon Plaza, quien también ha tenido problemas con su manera de beber. 

Ni qué decir de los propios Damián Villa e Idulio Islas, que por sus indisciplinas con el alcohol quedaron fuera de Londres 2012 en una época en la que tomaban en compañía del presidente de la Federación de Taekwondo, Juan Manuel López.

POR BEATRIZ PEREYRA

COLABORADORA

(@beatrizapereyra)

MAAZ

 

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