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La banca del Futuro: más allá del efectivo

En un país como México, donde el efectivo sigue siendo el rey y una economía informal con una tendencia al alza representa un desafío significativo

La banca del Futuro: más allá del efectivo
Carlos López-Moctezuma / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Hablar sobre digitalización, inteligencia artificial y finanzas embebidas en el sector financiero son temas
recurrentes. Sin embargo, la verdadera pregunta es ¿cómo transformarán estas tendencias la vida cotidiana de los consumidores? 

En un país como México, donde el efectivo sigue siendo el rey y una economía informal con una tendencia al alza representa un desafío significativo. 

En los últimos años, las cifras sobre informalidad muestran, en primer lugar, un volumen de trabajadores formales en el IMSS comparado con el crecimiento poblacional. Y no solo eso; algo aún más alarmante, que no había ocurrido desde el 2010, es la caída de 1.7 por ciento de empresas formales registradas en el IMSS mostrando un panorama de crecimiento en la informalidad y por consiguiente un incremento de transacciones en efectivo. 

No podemos esperar una reducción en el uso de efectivo si no existe una estrategia clara por parte del gobierno para incentivar los pagos digitales. En otros países, las autoridades han jugado un papel crucial en este cambio. 

Como es el caso de la India, donde el gobierno lanzó una campaña para disminuir el uso de efectivo mediante incentivos fiscales, educación financiera digital y subsidios para pagos digitales. 

En el caso de México, aunque se han desarrollado herramientas y plataformas, el gobierno aún tiene oportunidad de ser un promotor fuerte de este cambio, ya que las políticas públicas actuales no están enfocadas en fomentar la digitalización y disminuir el efectivo en circulación. 

A pesar de este contexto, los servicios financieros del futuro serán radicalmente diferentes. Ya no se tratará solo de productos como tarjetas de crédito o cuentas de ahorro, sino de cómo estos se integran en la vida de las personas de manera fluida, accesible y personalizada. 

Gracias a tecnología avanzada que permita la interoperabilidad entre empresas. En este sentido, los roles de los canales cambiarán para ofrecer a sus clientes un mejor nivel de servicio. 

El canal digital funcionará para la contratación y gestión de productos. Mientras que el canal físico estará centrado en asesoramiento. La clave para lograr esta transformación será la inclusión digital y la educación financiera. Aunque la tecnología avanza rápidamente, aún persiste una brecha significativa en México. Para cerrar esta distancia, será necesario que el sector público y privado trabajen en conjunto, invirtiendo en conectividad.

Cuando pienso en 2030, no visualizo un México completamente libre de efectivo ni una banca exclusivamente digital. 

Lo que imagino es un ecosistema financiero más cercano, inclusivo y diseñado para facilitar la vida de las personas, facilitando la toma de mejores decisiones y el logro de metas.

POR CARLOS LÓPEZ MOCTEZUMA
DIRECTOR GENERAL DE BANCOPPEL Y SERVICIOS FINANCIEROS GRUPO COPPEL

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