Malos modos

¿Me explicas tu voto, por favor?

Están las razones para el voto mayoritario del 2 de junio que no compartes

¿Me explicas tu voto, por favor?
Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Están las razones para el voto mayoritario del 2 de junio que no compartes, pero que alcanzas a entender. Que recibías lana del gobierno, en general promocionada como “de parte del presidente”, para empezar. Que militas en la intransigencia ideológica, para continuar: eres “100% voto duro”.

Que –esta es una minoría, pero todo suma– te has beneficiado cínicamente del movimiento de transformación y aspiras a seguirlo haciendo. Y por supuesto el rencor, que también anda por ahí; el “que se chinguen estos güeyes”, un regalazo para más de uno.

Y luego están las razones que no compartes y que además se te escapan completamente, y que subyacen, grosso modo, a lo que sigue. Eres, al menos de dientes para afuera, un demócrata perteneciente a una clase social, la media, que el presidente en funciones, líder moral del movimiento ganador, desprecia con toda explicitud.

Sobre aviso, en el entendido de que no te falta ni acceso a la información ni, en principio, preparación para interpretarla, vas y votas para entregarle a un movimiento, partido o como lo quieras llamar, presidencia, mayoría calificada, gubernaturas, Ciudad de México, alcaldías y lo que se acumule esta semana.

Entonces los ganadores, entre los que por supuesto se encuentra el referido presidente en funciones, se dejan ir, para abrir boca, con una reforma al poder judicial que tal vez no sea exactamente, como se ha dicho, un golpe de Estado, pero que se le parece muchísimo: es la absorción del poder judicial por el Ejecutivo, que ya tenía en la bolsa al legislativo y, de pilón, al tribunal electoral y a un buen cacho del INE.

Queda entonces claro, por si no lo estaba, que los ganadores son ya dueños del país sin matices, sin contrapesos y presumiblemente por tiempo ilimitado, salvo una improbable invasión extraterrestre que termine con todos los gobiernos humanos.

En otras palabras, queda claro que los ganadores pueden hacer exactamente lo que les dé la gana, desde cambiar la Constitución para que diga que la capital del mundo es Tepetitán y que negarlo significa el destierro, hasta invadir tu casa porque no va a haber juez que te defienda, hasta convertir el estadio de las Guacamayas de Palenque en monumento nacional.

Bueno, pues luego de votar así, lo que dices, con cara circunspecta, es: “Cabe esperar que la nueva presidenta se modere y gobierne para todos”.

Hombre, sí, cabe esperarlo. Nada más que, si me permites, apostar el futuro de la democracia a que una persona sea buena onda no es la idea más sensata que existe, sobre todo cuando al movimiento al que pertenece esa persona le ha funcionado de maravilla, según podemos ver, no moderarse y no gobernar para todos.

No es que uno sea nadie para exigirle cuentas al prójimo, pero ¿exactamente en qué estabas pensando? Nada más para entender…

POR JULIO PATÁN

COLABORADOR

@JULIOPATAN09

MAAZ

 

Temas