Ya mostró la medida correctiva Estados Unidos contra México cuando algo sale de la lógica elemental: castigar las exportaciones. Primero fueron los cierres fronterizos que impidieron que los trenes cruzaran desde México a Eagle Pass y El Paso (porque aquí no se cumple la ley y los migrantes fluyen libremente como coladera en nuestras fronteras). Pero esas medidas tuvieron un costo elevado para la industria de Texas.
Con el aguacate las cosas son distintas. Estados Unidos consiguió lo que necesitaba: forzar a toda la estructura de seguridad mexicana a trabajar en su deber. En el caso del aguacate el cese de importaciones del fruto michoacano puede ser no tan costoso para EUA. ¿A quién le afecta la escasez de guacamole? Así que surtió efectos: hasta el presidente Andrés Manuel López Obrador salió a reclamar lo draconiano de la medida.
El gobierno de Joe Biden sabe el poder que tiene frente a México. Desafortunadamente nuestro país no tiene cartas que jugar al respecto, porque la seguridad es ese pilar básico del mundo Occidental, y cualquier resquebrajamiento que exhiba a un Estado como incapaz de garantizarla, es sujeta de un castigo severo.
Por eso en Occidente se reprueba con énfasis el secuestro de ciudadanos israelíes a manos de Hamás, o se denuesta a un país como Arabia Saudita por facilitar el asesinato del periodista Jamal Khashoggi dentro de su consulado en Estambul. En pocas palabras: en Occidente la seguridad es sagrada. Por eso el castigo contra el aguacate vino acompañado de una alerta estadounidense contra Michoacán.
En México vivimos una realidad distinta, donde retener y agredir a dos inspectores parece únicamente una travesura. No nos damos cuenta de la gravedad del hecho, debido al menú diario de violencia que le da coloratura a nuestra convivencia social.
Pero si México quiere su tramo de relevancia en el mundo occidental, alejándose del bananerismo del Sur de América, debe garantizar la seguridad de la gente. Esa tarea es irrenunciable para mexicanos y extranjeros; solo que estos últimos vienen acompañados de la fuerza de sus Estados cuando México falla. Por eso el castigo a los aguacates.
Aquí olvidamos los casos, debido a tantos que hay. Pero en Perth, Australia, el sábado pasado se llevó a cabo un servicio masivo para conmemorar la vida de Callum y Jake Robinson, dos jóvenes australianos asesinados en México. A media mañana cientos de remadores de paddle se tomaron de la mano en el mar y, elevando sus remos hacia el cielo, oraron por ellos. Aquí, ya los olvidamos.
DUOLINGO
La organización de enseñanza de idiomas que encabeza Kim de Anda ofrecerá el uso de su exitosa aplicación de manera gratuita e ilimitada a los usuarios de AT&T, “para contribuir a reducir la brecha tecnológica y fomentar la adquisición de competencias digitales en el país”.
POR: CARLOS MOTA
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