Columna Invitada

La democracia derechosa

De ninguna manera podríamos renunciar a cumplirle al pueblo los compromisos de campaña

La democracia derechosa
Gerardo Fernández Noroña / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

1. El 2 de junio, el pueblo de México salió a votar de manera contundente.

2. No se conformó con dar un triunfo apabullante a Claudia Sheinbaum en la Presidencia, con más de 30 puntos de ventaja; le dio además a nuestro movimiento mayoría calificada en la Cámara de Diputados y el Senado. Por si no fuera suficiente, le dio mayoría absoluta en 28 congresos estatales.

3. Si fuésemos un régimen como el de Estados Unidos, de mayoría absoluta solamente, tendríamos 93% de los escaños en el Senado —ganamos 30 de 32 estados con la fórmula de mayoría— y, 256 de 300 diputados de mayoría —85.33%—.

4. A pesar de esos contundentes resultados, la derecha plantea que no tenemos derecho a la mayoría calificada. Fuimos a la elección con las reglas que PRI, PAN y PRD fijaron para las contiendas electorales, pues rechazaron la reforma electoral que había propuesto el compañero presidente López Obrador. Fueron beneficiados durante décadas por el actual sistema electoral sin siquiera ser mayoría. En los últimos tiempos eran la minoría mayor.

5. Ahora, a nuestro movimiento, con una contundente victoria, se le pretende regatear la mayoría calificada. Exconsejeros electorales como Lorenzo Córdova y Ciro Murayama pretenden aplicar a una coalición lo que la ley establece para un partido, a saber: que ningún partido por sí mismo puede tener mayoría calificada.

6. Los analistas “derechosos” no se quedan ahí, pretenden tratarnos como si el sistema electoral vigente en nuestra patria fuera de representación proporcional pura. Me explico, un sistema de representación proporcional pura le da el mismo número de legisladores en relación con el porcentaje de votación obtenido. Ejemplo: tienes el 3% de la votación, tendrías 3% de los legisladores; tienes 70% de la votación, tendrías 70% de los legisladores. Pero nuestro sistema es un sistema mixto, que incluye 300 distritos de mayoría absoluta en la Cámara de Diputados y 200 diputados de representación proporcional. En el Senado hay 64 legisladores de mayoría relativa, dos por cada entidad de la República, 32 senadores de minoría y 32 de representación proporcional. Tanto los 200 diputados de representación proporcional, como los 32 senadores de representación proporcional, se reparten con base al porcentaje de votación, pero lejos está de ser representación proporcional pura. En todos los casos, los legisladores de representación proporcional se distribuyen con relación al porcentaje de votación obtenido.

7. Aún en los casos en que se nos reconoce la legalidad y legitimidad de la mayoría calificada que logramos, los analistas y pseudo intelectuales de la derecha, pretenden que renunciemos a ésta a pesar de que, con acuerdo a la ley vigente, nos corresponde de pleno derecho.

8. O pretenden que renunciemos a ejercer la mayoría. De ninguna manera podríamos renunciar a cumplirle al pueblo de México los compromisos establecidos durante la campaña y que el propio pueblo ratificó con su voto.

9. Le exigen además a la virtual compañera presidente Claudia Sheinbaum Pardo que se distancie del compañero presidente López Obrador. Somos un mismo movimiento y no hay diferencia entre lo planteado por el compañero presidente y lo comprometido durante la campaña por nuestra lideresa Claudia Sheinbaum Pardo.

10. Si la derecha hubiese obtenido un resultado electoral como el que logramos el 2 de junio, nos desaparecerían y ni siquiera voltearían a vernos. En nuestro caso, se abrirá un debate de cara a la nación sobre las reformas constitucionales comprometidas, yendo por delante la reforma al Poder Judicial. Lo anterior para generar las condiciones para que, en septiembre, entrando la nueva legislatura, se apruebe esta reforma.

11. Cierro recordando que el 5 de diciembre de 1994, el entonces presidente Ernesto Zedillo envió una iniciativa para reformar la Constitución con lo que se pasaba a retiro a los 26 ministros de la Corte. A finales de diciembre ya se estaba promulgando la reforma constitucional y en los primeros días de enero, se eligieron 11 ministros determinados unilateralmente por el entonces presidente Zedillo. No hubo un solo medio de comunicación que cuestionara esta medida. Los ministros designados obedecían al mandato del entonces presidente.

12. Muy lejos estamos de ese escenario, la determinación de que sea el pueblo quien elija a jueces y ministros de la Corte, es un mecanismo democrático. Se cuestiona que el pueblo pueda determinar a los integrantes del Poder Judicial, pero el que puede lo más, puede lo menos. Si el pueblo determina el máximo cargo que es la Presidencia de la República, no hay razón para que se le excluya de elegir democráticamente a los jueces y ministros de la Corte.

13. Habrá requisitos para poder participar como candidato a integrar el Poder Judicial. De entrada, deben ser licenciados en derecho, honestos y comprometidos con la impartición de justicia. Esto fortalecerá el Estado de derecho y dará mayor certidumbre jurídica. La reforma se hará, de eso no debe haber la menor duda. Los compromisos de campaña se cumplen.

POR GERARDO FERNÁNDEZ NOROÑA

DIPUTADO DE PT

@FERNANDEZNORONA

EEZ

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