Columna Invitada

Electores nomás de fiestas patrias

En México se adoptó ese principio de odio, rencor, resentimiento y venganza en un partido político

Electores nomás de fiestas patrias
Eduardo Sadot / Columna invitada / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

México no puede tener mexicanos nomás de fiestas patrias, comenzamos muy mal cuando en el 15 de septiembre se hacen fiestas de “mexicanidad” celebrando la independencia vestidos de adelitas y revolucionarios, cuando la fiesta es de la independencia, ahí comenzamos a evidenciar la ignorancia al no distinguir, entre la independencia de México y revolución mexicana.

En el proceso electoral la mayoría de los mexicanos votarán con todo menos con el cerebro, votarán por simpatías superfluas, por gratitud a migajas de pensión, por el impulso de los odios incendiados, respondiendo a un impulso propagandístico importado de las enseñanzas nazis del genio de la propaganda de Hitler, el doctor Goebbels, cuya explicación simple y sencilla era que el ser humano acciona y reacciona con el hígado, movido por el rencor, odio o resentimiento, los alemanes inflamaron su “patriotismo” satanizando a los judíos, para luego derivarlo contra los adversarios de Hitler, pero no llegaron a ser un pueblo dividido, solo fue la división entre los llamados “de la raza aria” y los que no pertenecían a esa raza.

En México se adoptó ese principio de odio, rencor, resentimiento y venganza en un partido político, para ser aprovechado y encaminado en el pueblo dividiendo familias, amigos, compañeros de trabajo, compatriotas, paisanos, condiscípulos, parientes, azuzando las diferencias de opiniones —que siempre las hay— instigando las pasiones y fustigando las diferencia y el odio.

 El daño provocado con esa división será muy difícil de apagar, se verá en las próximas elecciones y si no recomponemos el tejido social y las relaciones con nuestros semejantes, México habrá perdido para mucho tiempo el mayor valor que pueda tener un pueblo, su identidad, su espíritu de corpus, su unidad, la solidez de su fuerza fincada en la unión.

Se ha cambiado el grito de ¡viva México! por gritos de rencor y odio, imperceptiblemente México ha ido perdiendo. Mientras los “políticos” ganan elecciones y decimos “políticos” así entrecomillado, porque esos no son políticos, desde el momento en que fomentan el culto a la personalidad, a su persona, en perjuicio de la sociedad y de sus comunidades.

México habrá fracasado cívicamente, si deja llevarse por la corrupción de quienes compran descaradamente votos, con dádivas miserables, disfrazadas de pensiones, que usan como argumentos la amenaza de que perderán su pensión, para asustar a quienes menos tienen, si eso no es criminalmente chantajismo, no pude tener otro nombre.

Todo lo que se escriba antes del próximo dos de julio, quedará para la historia.             

Vamos a saber de qué estamos hechos los mexicanos, nuestro nivel de cultura cívica y capacidad de resistir a la corrupción, seremos un pueblo de ignorantes y cínicos, corruptos, que fuimos capaces de vender nuestro voto y con él a la Patria.

POR EDUARDO SADOT
COLABORADOR
@EDUARDOSADOT

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