La empresa cigarrera “El Buen Tono”, una de las fábricas de este ramo más grandes de México y el mundo, fue creada en el año de 1894 por el empresario franco – mexicano Ernesto Pugibet quien fundara esta y otras importantes empresas a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Parte del gran éxito que tuvo el empresario fue crear innovadoras campañas publicitarias para vender sus diversos productos.
En la década de 1920, el empresario Raúl Azcárraga quien vendía radio receptores, habló con el gerente de la cigarrera para ofrecerle entrar a la industria de la radio y contar con un canal propio de promoción para sus productos.
La propuesta concreta fue el de obsequiar un aparato de radio, a cambio de cajetillas vacías de cigarrillos llamados “El Número 12”. Así, recordaría el Sr. Raúl Azcárraga, “él vendería más cigarrillos y yo más receptores de radio”, con lo que más tarde traería al país un par de plantas transmisoras, la de su estación CYL y la de la CYB.
El 16 de junio de 1923, al inaugurarse la Primera Feria Internacional de la Radio, promovida por la Liga Central Mexicana de Radio, la Compañía Cigarrera del Buen Tono lanzó a la venta una marca de cigarrillos de nombre “Radio” y durante ese mismo mes, iniciaron las transmisiones de prueba de la emisora CYB “El Buen Tono”, instalada por el reconocido ingeniero José de la Herrán y contando con el ingeniero José J. Reynoso como su primer gerente, quien fuera también diputado constituyente y más tarde senador de la República.
El 14 de septiembre de 1923 a las 19:10 horas se realizó la primera emisión oficial de “El Buen Tono” cuando se escuchó el combate donde el campeón del boxeo Jack Dempsey de los Estados Unidos derrotara al argentino Luis Ángel Firpo en el “Polo Grounds” de la ciudad de Nueva York. Al día siguiente, la estación transmitió un concierto, discursos impartidos por el coronel José Fernando Ramírez, el doctor Antonio Martínez Cuétara y canciones asturianas interpretadas por el Coro Astur con colaboraciones de Ramonín Rionda y Manuel Pérez, así como un mensaje del rey Alfonso XIII de España a las naciones americanas.
A finales de 1923, se llevó a cabo el primer reportaje taurino en la CYB, anunciado por Jorge Marrón y el cronista “Curro Faroles” y un año más tarde, se realizó el primer control remoto desde la Plaza de Toros “El Toreo” por el locutor Enrique Arizmendi quien narrara una gran faena en la corrida de presentación del matador de origen español Manuel Martínez “Chicuelo”.
Antes de llegar a la XEW, Agustín Lara formó parte de un programa piloto en esta emisora, obteniendo como uno de los beneficios, un paquete de cigarros “Canela Pura”, fabricados por la empresa cigarrera. Incluso el gran Pedro Infante debutó también en la difusora al ser contratado para cantar en programas de quince minutos cada tercer día.
Las nominales CYB, se asignaron oficialmente en julio de 1924 y para 1929 se le otorgaron las siglas “XEB”, por lo que es la primera estación cuyo nombre depende de sus siglas.
A finales de la década de los 20 fue sin duda la estación más popular y líder de la radio mexicana principalmente por su alta potencia y emisión de programas permanentes de corte musical y dramático. La estación inició con 500 watts, en 1929 amplió su potencia a 1,000 watts, para subirla nuevamente en 1933 a los 10,000 watts; años más tarde transmitiría con 100 mil watts de potencia. El hábil ingeniero Walter C. Buchanan fue uno de los encargados del área técnica de la emisora.
Luego de que en sus inicios transmitieran música clásica, entraron al elenco de la “B” artistas populares muy famosos de la época como Manuel Esperón, Rafael Hernández “el jibarito”, las hermanas Landín, Wello Rivas, Néstor Mesta Chaires, los hermanos Martínez Gil, Alberto Cervantes y Alfonso Ortiz Tirado.
También hubo programas cómicos con artistas de la talla de Joaquín Pardavé, Arturo Manrique “el panzón Panseco” y hasta la participación de Mario Moreno “Cantinflas”. La actriz Pura Córdoba fue de las pioneras en ir sentando las bases para la creación de las radionovelas en México, un concepto muy exitoso en la radio mexicana y que perdura hasta nuestros días.
De sus voces al micrófono se recuerda también a Edmundo García, Humberto Tamayo, Jorge Marrón “El Dr. IQ”, Adrián Fournier, Agustín Gonzáles Escopeta y Óscar “el rápido” Esquivel, así como personajes de la talla de Alfonso Esparza Oteo.
Entre 1942 y 1946, la emisora del Buen Tono transmitió dos noticiarios relevantes: “Noticiero Mundial” y “El Oído del Mundo”, motivados principalmente para buscar ser los primeros en dar a conocer las noticias sobre la Segunda Guerra Mundial. La XEB fue la primera estación en informar sobre el fallecimiento del mandatario estadounidense Franklin D. Roosevelt. En 1946, la emisora comenzó a programar música a través de discos, y en esta nueva etapa, se le denominaría como “La B grande de México”.
En el año de 1952, la estación fue operada por el empresario Luis Martínez Vértiz y para 1957 pasó a manos de Emilio Azcárraga Vidaurreta quien adquiere la concesión para llevarla al Sistema Radiópolis. Años más tarde, el nuevo dueño de la estación sería el empresario Rogerio Azcárraga Madero de la “Organización Radiofónica Orfeón” (ORO); grupo que fuera el antecesor de la “Organización Radio Fórmula”.
En 1978, la XEB junto con otras estaciones pasarían a ser parte del gobierno federal para finalmente integrarlas en 1983 al Instituto Mexicano de la Radio (IMER), quien continúa operando la emisora.
Aunque a lo largo de la historia la famosa y emblemática XEB ha contado con cambios en su frecuencia, actualmente y desde hace ya muchos años podemos sintonizar a “La B Grande de México” todos los días por el 1220 de amplitud modulada, generando y difundiendo interesantes contenidos musicales, cortes informativos noticiosos y de interés general.
POR ADRIÁN LARIS CASAS
Director del Heraldo Radio y Presidente del Consejo Consultivo de la CIRT
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