Es extraño pensar que a pesar de que México tiene una historia de más de 500 años elaborando vino, parezca un país que apenas está emergiendo y haciendo sus primero intentos de hacer un buen producto.
Hay 15 estados productores responsables de esta tarea que, aunque parezca fácil, se esfuerzan por hacer un producto de alta calidad, trabajando para que más adelante sea el vino mexicano reconocido internacionalmente.
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Para entender el vino mexicano necesitamos conocer de su historia, los climas y suelos de las regiones vinícolas y, sobre todo, las bodegas y la visión que tienen cada una para sacar lo mejor de la vid. Hay bodegas en la misma región que tienen prácticas de vinificación y cultivo de uvas completamente distintas a las de sus vecinos. ¿Por qué? A diferencia de otros países México no tiene un organismo que regule esto, y eso hace que el vino mexicano sea más complicado de entender.
La historia del vino en México empieza igual a la de otros países latinoamericanos, con el descubrimiento de América y la Conquista.
México es el primer país en todo el continente en ser reconocido por tener los primeros cultivos de vid, algunos historiadores gastronómicos dicen que los indígenas cultivaban vides salvajes para después mezclarlas con otras frutas y hacer sus propias bebidas fermentadas.
Gracias al catolicismo, la dieta de los colonos, las prácticas de religión y las misiones evangelizadoras se extendió el cultivo de la vid por todo el país: la Ciudad de México, Querétaro, Guanajuato, San Luis Potosí, Sonora, Coahuila, entre otros.
Pero fueron los mismo españoles quienes al ver en peligro del comercio del vino traído desde España hicieron prohibiciones en el cultivo de la vid. Eso y la filoxera (un pulgón que enferma la planta) fueron los causantes de una pausa de la industria del vino mexicano. No fue hasta la década de los ochentas que México retomó con seriedad esta industria, con nuevas variedades de plantas y técnicas de vitivinificación y enología.
Actualmente, a comparación de otros países, México no tiene apelaciones de origen, denominaciones, ni indicaciones geográficas. La forma de hacer vino en territorio nacional es muy variada. Las bodegas experimentan con los diferentes factores necesarios para vinificar, como lo son levaduras autóctonas o químicas, riego en el viñedo, prácticas sustentables o no, fechas y tiempos de vendimia, métodos de elaboración, ensambles de uvas, estilos de crianza y envejecimiento, tipos diferentes de barricas, ¡y más!
Son tantos factores en el mundo del vino que el enólogo puede crear con creatividad y libertad en las técnicas de elaboración.
Esto hace que se siga buscando una identidad en el vino mexicano. Los winemakers apuestan más por darle la mejor expresión posible a las uvas y a los suelos con el clima cálido del país que a buscar una personalidad regional que identifique al vino mexicano.
Los números y hechos del vino Mexicano
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México está considerado como el productor de vino más antiguo de Latinoamérica y ocupa el lugar 33 a nivel mundial. Los 15 estados productores de vino en México son: Puebla, Hidalgo, Querétaro, Guanajuato, Jalisco, Zacatecas, San Luis Potosí, Durango, Coahuila, Michoacán, Nuevo León, Chihuahua, Sonora , Baja California, Baja California Sur.
- El consumo del vino mexicano se ha duplicado en los últimos años, consumiendo así 1.3 litros per cápita (un poco más de 6 copas de vino al año.). Además, 4 de cada 10 botellas que se consumen son de vinos nacionales.
- Son 10 uvas las que representan 2/3 de la producción vinícola en México. Liderando Cabernet Sauvignon con 20% de la producción total del país.
- La producción en tintas se divide así: Cabernet Sauvignon 20%, Merlot 8%, Syrah 6%, Nebbiolo 6%, Tempranillo 5%, Zinfandel 4% y Cabernet Franc 3%
- En Blancas: Chardonnay 8%, Chenin Blanc 5% y Sauvignon Blanc 4%.
- México cuenta con más de 50 variedades diferentes cultivadas y más de 100 en proceso de estudio y experimentación.
- Actualmente México tiene 400 bodegas vinícolas, que producen 48 millones de botellas.
- El vino mexicano ha ganado 1500 medallas en concursos internacionales, respaldando su innegable calidad.
- El Impuesto del vino mexicano es de alrededor del 42%. Dependiendo del grado alcohol es el impuesto que se verá reflejado, pero lo usual es de 26.5% a 30% IEPS más 16% IVA. Esto que hace que el vino mexicano sea muy costoso para el consumidor y poco competitivo ante vinos más económicos y de buena calidad que llegan de otros países como España, Argentina y Chile.
- El vino mexicano es exportado a 38 países, siendo Estados Unidos el segundo consumidor de vino mexicano.
- El Consejo Mexicano Vitivinícola (CMV) cuenta con 60 socios productores vinícolas y es la principal asociación a nivel nacional para la industria.
Todo esto es el vino mexicano y lo que lo hace único es entender que existe gran variedad de uvas y de estilos de vino que son definidos por los productores con sus gustos, ideas y experiencias propias, para hacer una botella de gran calidad. Eso sí, la única manera efectiva de aprender el vino mexicano es probándolo y experimentando.
A partir de ahora podremos adentrarnos estado por estado para conocer sus bodegas, sus prácticas de vinificación y saber que es lo que los hace auténticos .
Datos del contenido son del Consejo Mexicano Vitivinícola (CMV): https://uvayvino.org.mx/
Thalia Cancino,
@Thalia_coy