Cuando hablamos de vivienda en México, hablamos de mucho más que ladrillos y cemento. Hablamos de estabilidad, de seguridad y, sobre todo, de sueños. Sin embargo, los resultados del estudio de Ipsos, “Monitor de Vivienda 2025” revelan que, para muchos mexicanos, este sueño se siente cada vez más lejano.
El 71% de las personas encuestadas en nuestro país considera que hoy es más difícil comprar o rentar una propiedad que en la generación de sus padres. Esto no es solo una percepción; los datos nos muestran que los altos precios de las propiedades y las tasas de interés elevadas son los principales desafíos que enfrentan los mexicanos. Y si bien un 64% se declara satisfecho con su situación actual de vivienda, también existe una preocupación latente: el 76% aspira a ser dueño de su hogar, pero siente que el camino para lograrlo es cada vez más empinado.
Profundizando en los datos específicos de México, observamos que los tres principales obstáculos percibidos para acceder a una vivienda son: el alto costo de las propiedades (53%), las tasas de interés elevadas (39%) y los altos costos de renta (33%).
Además, el 82% de los encuestados prevé que los precios de los alquileres seguirán en aumento en los próximos 12 meses, lo que intensifica la incertidumbre habitacional. Por otro lado, las características más valoradas en una vivienda por los mexicanos incluyen una buena relación calidad-precio (50%), una ubicación conveniente (45%) y un entorno con baja delincuencia (42%).
Estos datos nos ofrecen una visión clara de las necesidades y aspiraciones de la población en torno a la vivienda. En Ipsos, observamos que esta problemática no es exclusiva de México. A nivel global, la vivienda se ha convertido en un tema central de debate, donde los arrendatarios sienten una mayor inseguridad que los propietarios y donde la mayoría de la población percibe que los precios siguen subiendo sin freno. Pero en nuestro contexto, hay un ingrediente adicional: la cultura. En México, el hogar propio es sinónimo de estabilidad y patrimonio.
No se trata solo de una inversión, sino de un legado. Y cuando casi la mitad de los mexicanos coincide en que existe una "obsesión" por ser propietario, no podemos ignorar que esto responde a una necesidad histórica y emocional.
Entonces, ¿qué hacemos con esta realidad? Todo indica que la solución no es sencilla y pasa por repensar las políticas de acceso a la vivienda, mejorar las condiciones de financiamiento y fomentar nuevas opciones habitacionales que se adapten a las necesidades cambiantes de la población. El reto es grande, pero también lo es la oportunidad de transformar la manera en que los mexicanos acceden a su hogar soñado.
En Ipsos, seguiremos monitoreando estas tendencias y aportando información valiosa sobre el sueño de ser propietario de una vivienda que, por el momento, parece una ilusión lejana.
POR FERNANDO ÁLVAREZ
Senior Group Director Ipsos en México
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