Ya inmersos en la cuenta regresiva para las elecciones presidenciales del 2 de junio, conviene tomar en cuenta información valiosa. Por ejemplo, en los últimos 30 comicios que se han realizado en América Latina, en 28 ha ganado el Frente Opositor y solo en dos el oficialismo.
En el caso específico de México, donde llueven encuestas, especialmente de parte de Morena y sus aliados, sin duda, la polarización que se alimenta desde Palacio Nacional a partir del primer día de esta administración, deriva en que el papel del PRI sea mucho más complicado.
La tónica de la administración lópezobradorista será hasta el último día seguir confrontando y esta estrategia obedece a la tendencia de los gobiernos a polarizarse para que nadie les quite su nicho y el caso de la actual administración es muy ilustrativo.
Dentro de la actual coyuntura, de cara al 2 de junio, la abanderada de la coalición “Fuerza y Corazón por México”, Xóchitl Gálvez, ha demostrado que funciona porque puede allegarse del voto, en comparación con los comicios pasados, cuando Ricardo Anaya se postuló como candidato, vale señalar, de la derecha más recalcitrante.
Conforme avanzan los tiempos, la ventaja entre las candidatas presidenciales se cierra y Movimiento Ciudadano se quedará con apenas el 3 o cuatro por ciento de la intención del voto, estas condiciones explican que en el último tramo de la actual gestión, habrá todavía más polarización, en la que la última semana de abril o la primera de mayo, la administración lópezobradorista podría decidir por una guerra.
Sin embargo, lo anterior no impide que en los ya muy próximos comicios se manifieste el 60 por ciento de voto de rechazo, algo que en el oficialismo los tiene muy preocupados.
Otra cuestión que hay que tomar en esta coyuntura es el voto oculto a favor de la oposición y en este sentido, en cuanto al voto duro, el PAN contaría con 8 millones 900 mil seguidores; el PRI, que sin duda es un partido lineal, 8 millones 600 mil, mientras que el PRD tendría alrededor de un millón 700 mil.
El problema en estos comicios, es que hay muchas probabilidades de que estas próximas elecciones se decidan en tribunales.
Mucho se ha escuchado, en “spots” o por otros medios, sobre el Plan “C” del oficialismo, que se resume en una frase: “votar todo Morena”, pero si se analiza más a fondo, no hay forma de que obtengan mayoría en el Congreso de la Unión y esto no lo va a reconocer el presidente Andrés Manuel López Obrador, que ha demostrado tener mentalidad de priísta de las décadas cincuenta y sesenta, es decir, con la visión de un partido hegemónico.
O sea, a partir de la medianoche del 2 de junio, el inquilino de Palacio Nacional va a cuestionar la elección así la perdiera por un amplio margen.
POR ADRIANA MORENO CORDERO
COLABORADORA
EEZ