Desde afuera

¿"Oh, Canadá, Oh, Canadá"?

Quizá sería el momento más de apoyar a Canadá que de criticarlo. Es cierto que los argumentos canadienses para tratar de evitar la imposición de tarifas

¿"Oh, Canadá, Oh, Canadá"?
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

Quizá sería el momento más de apoyar a Canadá que de criticarlo. Es cierto que los argumentos canadienses para tratar de evitar la imposición de tarifas pueden resultar incluso insultantes, pero la verdad sea dicha, la insinuación de que Canadá debería considerar el convertirse en el estado 51 de los Estados Unidos no causó ninguna gracia.

De acuerdo con recuentos de prensa, durante la famosa cena del viernes en Mar-a-Lago, el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, dijo al primer ministro canadiense Justin Trudeau que "si Canadá no puede sobrevivir sin estafar a los EU por valor de 100 mil millones de dólares al año, entonces tal vez Canadá debería convertirse en el estado número 51”.

La reacción de los canadienses ha sido calmada, al menos han restado importancia a la observación del bombástico mandatario estadounidense, preocupado desde ya en hacerse notar, aunque no está aún en el poder.

Pero la realidad es que mientras uno de los asistentes a la cena, el Ministro de Seguridad Domic Leblanc, afirmaba que la observación de Trump había sido una broma, para el martes el gobierno y los partidos de oposición canadienses se reunían en sesiones de emergencia para buscar un frente unido ante Trump y su ya inminente llegada al gobierno.

Pero entre broma y broma, Trump transmitió en sus redes sociales  una imagen, suya por supuesto, en la cima de una montaña  mientras contempla un paisaje montañoso y nevado, bajo la leyenda "Oh, Canadá!", el nombre del himno nacional canadiense.

En cierta forma, pues, podría decirse que la reacción mexicana hacia las expresiones canadienses de diferenciarse de México en la relación con Estados Unidos ha sido injusta. Para ellos, se ha convertido en un problema existencial.

De entrada, no parecería posible que Trump dijera una barbaridad similar respecto a México, aunque más bien como resultado de animosidades personales derivadas de fracasados intentos de hacer negocios en el país.

A cambio, sin embargo, parece determinado a hacerle la vida difícil a sus vecinos y presionarlos para lograr sus fines, el primero de ellos presentarse como un gobernante que cumple sus promesas.

Ya el lunes pasado, el equipo de transición de Trump emitió un comunicado en el que aseguraba: "Faltan poco menos de 50 días para que el presidente Donald J. Trump sea investido como el 47.º presidente de los Estados Unidos, y ya está cumpliendo sus promesas al pueblo estadounidense.

"El presidente Trump está asegurando nuestra frontera. Después de que el presidente Trump exigiera a México y Canadá que detuvieran el flujo de inmigración ilegal, tráfico de personas y drogas mortales que ingresan a los Estados Unidos, ambos países se comprometieron a tomar medidas inmediatas".

Ante un vecino así, los dos países deberían tal vez cerrar filas para defender intereses comunes por encima de sus divergencias, en una alianza nacida ya no de simpatías o impresiones, sino de necesidades reales.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS   

COLABORADOR    

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM                                  

@CARRENOJOSE

MAAZ

 

Temas