Es un momento clave para el país. De la mano de la secretaria de Energía, Luz Elena González Escobar, y la directora de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Emilia Esther Calleja Alor, la presidenta Claudia Sheinbaum ha trazado la hoja de ruta de la transformación del sector energético.
El Plan Nacional de Energía se enfoca en cuatro ejes orientados a consolidar un sistema eléctrico robusto, accesible y de largo plazo; así como a fortalecer la participación pública y avanzar en la transición hacia energías limpias. Destaca la directriz para recuperar la capacidad de planeación del Estado.
Esto significa un cambio profundo respecto al legado de la reforma de 2013, que permitirá al gobierno avanzar hacia una mayor autosuficiencia energética, al promover la eficiencia y racionalidad en el consumo.
El plan también se compromete con la justicia energética, al velar para que las tarifas se mantengan controladas y que todos los hogares, especialmente los más vulnerables, tengan acceso a un servicio de calidad. Desde la implementación de cocinas limpias hasta el despliegue de paneles solares en regiones clave, se busca atender necesidades históricas de millones de personas.
Aunado a esto, se contempla una inversión histórica de 23 mil 400 millones de dólares, que representa la apuesta de esta administración por la seguridad energética, desde la generación hasta la transmisión y distribución. Esta cifra no es casualidad, es parte de una estrategia para añadir 13 mil 024 megawatts de capacidad instalada, modernizar la red de transmisión y mejorar la distribución eléctrica del país.
Con este esfuerzo, se busca garantizar que la electricidad llegue a cada rincón con enfoque en el bienestar social y sin ceder a las presiones del mercado.
Por otro lado, la participación del sector privado, con un límite del 46 por ciento, establece un equilibrio necesario.
No se trata de excluir, sino de colaborar bajo reglas claras que garanticen el desarrollo de energías limpias y el fortalecimiento del país.
Con este planteamiento, se proyecta la generación de energía renovable entre seis mil 400 y nueve mil 550 megawatts (MW) para 2030, aportada por la Iniciativa Privada.
El objetivo es que esta capacidad adicional permita aprovechar y desarrollar polos de crecimiento económico, como el nearshoring, mientras que las inversiones deberán contribuir al beneficio de las comunidades propietarias de la tierra. Con este enfoque integral, se busca construir un sistema energético que equilibre la sostenibilidad con la accesibilidad y asegurar que el acceso a la energía sea un derecho y no un privilegio.
SUBE Y BAJA
Ayer, el tipo de cambio vivió una jornada de altibajos luego del triunfo de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, probablemente.
POR JAIME NÚÑEZ
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