La gestión del presupuesto en el sector de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC) en México sigue siendo una herramienta clave para impulsar la digitalización y el desarrollo tecnológico del país.
A medida que avanza el 2024, la ejecución presupuestal a mitad de año revela tanto ajustes considerables en ciertas áreas como preocupantes ineficiencias en otras. Es importante analizar estos resultados para entender cómo se están priorizando los recursos y qué tan bien se están gestionando.
Uno de los aspectos más llamativos es el incremento dramático en el presupuesto de ciertos programas. Por ejemplo, el presupuesto aprobado de los Servicios de Infraestructura para Telecomunicaciones de la CFE experimentó un aumento de 339.4% a mitad de este año.
De manera similar, el presupuesto aprobado destinado a los Servicios de Telecomunicaciones de PEMEX creció en un 203.5% en el mismo periodo. Estas ampliaciones presupuestales pueden interpretarse como un esfuerzo del gobierno para fortalecer la infraestructura crítica de telecomunicaciones, lo cual es una buena señal, pero plantea interrogantes sobre la planificación inicial y la previsión de recursos.
Por otro lado, no todas las áreas han tenido la misma suerte. La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) vio una reducción del 19.8% en su presupuesto aprobado, lo que podría indicar un ajuste en sus prioridades o una redirección de fondos hacia otras áreas consideradas más urgentes.
De igual modo, la Dirección General @prende.mx de la SEP sufrió un recorte del 15.1%, lo cual es preocupante dado su enfoque en la digitalización educativa y la conectividad escolar, aspectos cruciales para el desarrollo a largo plazo del país.
En términos de ejecución del presupuesto, los resultados son mixtos. Algunos programas han demostrado ser altamente eficientes, como los Servicios de Infraestructura para Telecomunicaciones de la CFE y el Sistema Satelital de la SICT, que han logrado ejecutar casi la totalidad de sus presupuestos modificados.
Esto sugiere una buena capacidad de implementación y un enfoque claro en la entrega de servicios. Sin embargo, hay casos como la Plataforma México (SSPC), que, a pesar de haber recibido un incremento del 190.6% en su presupuesto, solo ha logrado ejecutar el 33.1% del mismo. Este fenómeno puede estar ligado a demoras en la implementación de proyectos o problemas de desembolso de fondos, lo cual requiere atención inmediata para evitar el subejercicio.
El caso de la Dirección General de Telecomunicaciones y Radiodifusión de la SICT, con un recorte del 3.6% en su presupuesto aprobado y una ejecución del 33.9%, ilustra otro reto en la administración pública: la capacidad de adaptarse a cambios presupuestales sin comprometer la entrega de resultados.
Esto debe ser un recordatorio de la importancia de una planeación más precisa y una mayor flexibilidad en la gestión de recursos.
En resumen, el análisis de la ejecución del presupuesto de TIC a mitad de 2024 refleja un panorama contrastante: mientras algunos programas avanzan con eficacia, otros luchan por aprovechar los recursos asignados.
Para maximizar el impacto de la inversión pública en TIC, es esencial no solo asignar más recursos, sino garantizar su adecuada ejecución. Esto no solo mejora la transparencia y la rendición de cuentas, sino que también asegura que los beneficios de la digitalización lleguen a todos los mexicanos de manera oportuna y efectiva.
POR GONZALO ROJÓN
COLABORADOR
@GROJONG
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