Columna invitada

La Fiesta Brava [I]

De plácemes están los aficionados a la Fiesta Brava por el pronto regreso de las corridas de toros

La Fiesta Brava [I]
Rubén Martínez Cisneros / Columna invitada / Opinión El Heraldo de México Foto: Foto: Especial

De plácemes están los aficionados a la Fiesta Brava por el pronto regreso de las corridas de toros en la Plaza México, escenario de faenas inolvidables de Alberto Balderas, Lorenzo Garza, Juan Silveti, Eloy Cavazos, Curro Rivera, Carlos Arruza, Alberto Balderas, Carmelo Pérez, Manolo Martinez, Manuel Capetillo, Paco Camino, Silverio Pérez, Fermín Espinosa, Antonio Velázquez, Juan Belmonte, entre otros muchos.

La monumental “México”, considerada la más grande del mundo, para dar cabida a 50 mil espectadores, fue inaugurada el 5 de febrero de 1946, ya pisa los 78 años, los seguidores de la tauromaquia, preparan sus atuendos, sombreros, sus botas con vino tinto, tienen un pie adentro del tendido, en las gradas para disfrutar la temporada grande de “El arte de Cúchares”, nombre en honor a Francisco Arjona a quien apodaban con el sobrenombre antes citado.

El arquitecto Carlos Flores Marini, escribe en la revista Artes de México dedicada al Toreo en México, que Cortés organizó, “la primera corrida de toros en la ciudad de México, el 24 de junio de 1526, y más tarde el 13 de agosto de 1529, otra, con objeto de conmemorar la toma de la ciudad; ésta se realiza en la Plaza Mayor”.

Agrega, “La Tauromaquia, desconocida dentro de nuestras culturas prehispánicas, remonta sus orígenes hasta la antigüedad cretense (2,000a.c), en que el toro era considerado animal sagrado, al cual sacrificaban, mancebos y doncellas, como en la famosa leyenda del “Minotauro de Creta”; así los arriesgados “juegos de toros”

Más aún, “vemos en un en un fresco de del Palacio de Cronos, seguramente constituían parte de un ritual religioso, aparte de que, también, fueran, realmente un juego para el pueblo cretense”

En el texto Orígenes de la Fiesta Brava bajo la firma Arturo Pérez “Villamelón”, escribe, “…cuál ha sido el motivo que determinó que una fiesta eminentemente caballeresca y practicada a caballo haya llegado a ser un espectáculo popular y practicado a pie, en general”.  

En Su Breve Historia de la Fiesta de Toros en México, escrita por don Aurelio Pérez, nos ilustra y escribe, “De gran importancia en nuestra historia fue la llegada de Bernardo Gaviño, diestro gaditano iniciador de la de las corridas de toros al uso clásico en nuestro país…fue hasta 1870, más o menos, cuando empezaron a venir toreros españoles de cierta nombradía…Don Luis Mazzantini, fue quizá el hombre que trajo un concepto real, aunque nuevo para los mexicanos…”

Se debe a Ponciano Díaz, ser el primer torero mexicano, de él dice Aurelio Pérez, “ídolo de los aficionados, en sus principios más charro que torero…en España recibió la alternativa como lidiador de a pie…sus partidarios fueron, prácticamente, todos los asistentes a los festejos taurinos”.  

Don Enrique Loubet Jr, refiere un texto de Mario Moreno “Cantinflas”, publicado en Revistas de Revistas, acerca de ¡qué es torear!, “De todas maneras, la fiesta brava es insustituible, porque ahí se conjugan el valor, el arte, las facultades, el talento y todo eso que hay que tener para pararse frente a un toro”.  

POR RUBÉN MARTÍNEZ CISNEROS

COLABORADOR

MAAZ

 

Temas