DESDE AFUERA

El Brexit, a tres años

La economía británica es hoy por hoy un desastre y va para más. Pero en una era de globalismo regionalizado, crece la idea de que fue un error

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Gran Bretaña celebró esta semana el tercer aniversario del Brexit, su salida de la Unión Europea, y la verdad tiene mucho que mostrar por ello, mayormente malo, de creer a los reportes de la prensa británica y la internacional.

Cierto que la campaña para propiciar la salida de Reino Unido estuvo llena de falsedades y que una de ellas, la mayor aunque más implícita que explícita, fué el ofrecimiento de regresar al país a las glorias de un pasado más idealizado que real.

Tal vez por ello la mayoría de los votantes pro-Brexit fueron personas de edad mediana o superior.

"Por primera vez en mi vida, los estantes de los supermercados están vacíos debido a problemas en la cadena de suministro. Hay escasez de huevos, escasez de papas y escasez de barras wifi; trabajar en una Ucrania devastada por la guerra era más fácil y más cómodo (misiles aparte) que intentar hacer lo mismo en Penrith (un pueblo en el norte de Inglaterra), destrozada por la paz", cuenta Liz Cookman en la revista Foreign Policy.

El encuestador John Curtice dice que 57 por ciento de los británicos estarían en favor de reincorporarse, con sólo 43% a favor de quedarse fuera, mientras que 49% cree que el Brexit debilitó la economía.
Para sus defensores, como el Primer Ministro Rishi Sunak  (conservador) persiste "la inmensa oportunidad económica del Brexit".

Lo cierto es que como mínimo, el Brexit coincidió con un giro negativo de la economía británica, complicado por otras crisis que como la pandemia del COVID-19, la inflación, la guerra en Ucrania, y la crisis energética tienen su desarrollo mayormente fuera del país.

Vistos de forma pesimista, los problemas de Gran Bretaña parecen innumerables, al menos descritos por críticos del Brexit, que a los males de orígenes externos ya consignados incluyen otros de origen mixto si no doméstico, como el costo de vida, las huelgas en el sector del transporte y la salud, escasez de alimentos, aumento de la pobreza y la desigualdad.

Una sensación de malestar similar a la que precedió la votación del jueves 23 de junio de 2016, cuando 51.9 por ciento de los votantes se pronunció por salir de la Unión Europea y "recuperar" su independencia, parece comenzar a manifestarse ahora, sobre todo, por el conjunto de negativos a los que ahora hace frente el otrora supremo Imperio Británico.

Por lo pronto, es una de las economías desarrolladas en peores condiciones: la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria de Reino Unido esperaba que el PIB a largo plazo cayera  4% debido al Brexit, o sea 100 mil millones de libras (124,000 millones de dólares), y 40,000 millones de libras (49,000 millones de dólares) anuales en ingresos públicos perdidos.

Para algunos, la economía británica es hoy por hoy un desastre y va para más. Otros desean creer que tocó fondo. Pero en una era de globalismo regionalizado, crece la convicción de que fue un error. 

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@CARRENOJOSE1

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