Se cumplen 15 días desde que el huracán Otis azotó Guerrero y al parecer viene lo peor, la crisis sanitaria.
Guerrero fue impactado por Otis el pasado 25 de octubre, los daños son catastróficos, diferentes medios de comunicación han difundido las tristes imágenes de lo que alguna vez fue el paraíso favorito de los mexicanos para vacacionar.
La destrucción de las viviendas, la falta de alimentos y agua han sido los ejes principales de ayuda por parte del gobierno y de la sociedad civil, pero hoy la entidad se enfrenta a un nuevo huracán, la basura.
El desastre natural en unas cuantas horas arrojó el triple de desperdicio de lo que se produce en un año. La situación sanitaria en Guerrero es preocupante, se ha restaurado el 60% del agua en Acapulco, zona mayormente afectada y el principal generador de economía del estado, pero es insuficiente pues hay zonas a las que no puede llegar dado que las tuberías han sido dañadas; hoy no existen los medios suficientes para hacerle llegar vital líquido a las personas, algo similar a lo que ocurre también con el sistema eléctrico.
Los residuos tóxicos que invaden las calles han sobrepasado las capacidades de recolección por parte de las autoridades. Entre viviendas destruidas, animales muertos, falta de agua y altas temperaturas, el olor fétido pone en alerta a los ciudadanos que imploran apoyo en la recolección de basura.
Por la falta de viviendas, la gente ha recurrido a hacer sus necesidades básicas en la calle, buscar alimentos entre la basura o sacar agua insalubre para su consumo. Todos los días exponen su vida para sobrevivir, donde se exponen a enfermedades como salmonella o el dengue, en donde ya hay un incremento en los casos de más del 50% con relación al año pasado.
Según datos del INEGI que preside Graciela Márquez Colín, Acapulco tiene un aproximado de 200 mil viviendas; se estima que Otis generó cerca de 600 mil toneladas de basura, lo equivalente a dos años de recolección.
Durante noviembre y diciembre las temperaturas en Guerrero alcanzan los 30 grados Celsius, esto hace aún más desesperante la situación pues ya han habido casos donde se han generado incendios en los montones de residuos acumulados, otra forma más en la que está expuesta la vida de la gente.
Después de más de quince días, no se observan cambios o acciones de gobierno por parte de las autoridades, para atender esta problemática que está cerca de salirse de control.
La narrativa oficial es positiva, se dice que todo en Guerrero marcha bien, que “tuvimos suerte”, pero aún no se cuenta con un informe general de los daños que el huracán provocó. Mientras eso sucede, sobre la marcha se deben ir atendiendo las necesidades de la gente, quienes ya se han presentado en Palacio Nacional, iluminándolo con la frase del célebre cantautor Agustín Lara: “Acuérdate de Acapulco”, pues se sienten olvidados por las autoridades federales.
El sistema de salud es insuficiente en todo el país, en Guerrero dada la situación, se ha convertido en casi inoperante. Una estrategia en recolección extrema de basura puede evitar lo peor: una crisis sanitaria en los guerrerenses.
POR: LAURA PUENTE
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