La encerrona

No hay crisis en Argentina

“Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie.” Giuseppe T. di Lampedusa

No hay crisis en Argentina
Adriana Sarur / La Encerrona / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Hace algunos años, platicando con unos amigos argentinos comentaban que “Argentina no está sumida en una crisis…lo nuestro es ya permanente.” Claramente aludían a la definición a rajatabla de la palabra crisis y que la nación del cono sur no tiene remedio, al menos en el corto plazo. Hoy desde dichas latitudes nos sorprenden con su decisión en las urnas, Javier Milei fue elegido en el balotaje como presidente del territorio pampero con el 55 por ciento de las preferencias ante el peronista/kirchnerista Sergio Massa, quien se desempeñara como ministro de economía en el actual gobierno de Fernández.

Lo exponía en mi entrega anterior, la del domingo fue una elección “del menos peor”. Massa no era la solución a todos los problemas argentinos, sin embargo tampoco Milei lo será. El ahora presidente electo, prometió en campaña acabar con la “casta política”, misma a la cual la comparó con excremento, también repitió como karma que privatizará instituciones públicas comenzando por educación y salud mutando al sistema de vouchers y seguros médicos privados, asimismo ha dicho que recortará el gasto y los impuestos, eliminar 10 de los 18 ministerios federales, eliminar al banco central y cambiar del peso argentino al dólar estadounidense. Es decir, eliminar o minimizar al Estado…del que ahora es presidente.

En su discurso al llevarse la victoria electoral dijo que “La situación de la Argentina es crítica. Los cambios que necesita nuestro país son drásticos. No hay lugar para el gradualismo”. Sin embargo Milei ha cambiado su motosierra de campaña por un cuchillo para untar ya siendo electo. En su primera aparición en radio, mencionó que sus ejes económicos propuestos durante la campaña no serán puestos en marcha de manera inmediata, puesto que necesitaba la voluntad política de las demás fuerzas, aunado a que lo referente a salud y educación lo impide la legislación actual. Javier Milei se ha dado cuenta en un solo día que ser un outsider es mucho más cómodo desde Tik Tok que desde la Casa Rosada.

Con lo anterior quiero no disculpar al peronismo ni al kirchnerismo (no podría), tampoco al manejo económico que los gobiernos argentinos han implementado, incluido el de Macri, ni mucho menos su respuesta ante el desastre inflacionario (143 %) que está sumido el país (la tercera más alta del mundo) con el 40 por ciento de la población en situación de pobreza. No, lo que intento evidenciar es que un perfil como el de Javier Milei tampoco es la respuesta, ya constatamos que no lo fue Trump, no lo fue Johnson, mucho menos lo fue Bolsonaro.

Ahora bien, ¿entonces cuál es la respuesta? No lo sé y estoy segura que tampoco la sociedad argentina lo sabe. Lo que sé es que el hartazgo a la política y sus partidos están llevando a la sociedad a tomar decisiones radicales y, en algunos casos, descabelladas. La ciencia política nos debe explicar cómo se debe resignificar La política, qué es lo que sigue y lo que debemos de hacer desde la ciudadanía, ya que si no lo hacemos estaremos parados en la cornisa con la firme intención de dar un paso al frente. La fórmula gatopardista de cambiar todo para que nada cambie no puede seguir rigiendo cada periodo electoral. Quizá el comentario de mis amigos sea real y la crisis argentina en verdad no exista.

POR ADRIANA SARUR

ADRIANASARUR@HOTMAIL.COM

@ASARUR

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