Es fundamental para entender la historia de México y el mundo. Los conquistadores descubrieron su valor geográfico y su vocación de puente con Asia.
Por Acapulco pasaron Humboldt, la primera misión de Japón, el genio de Morelos, la lucha libertaria de Juan R. Escudero y, además, una constelación de personajes, que al igual que yo, quedaron enamorados de sus playas y convencidos de que es el mejor destino turístico del mundo.
Pasan los días y otras noticias, sobre todo de carácter electoral, empiezan a desplazar la información de los daños causados por el huracán Otis. Sin embargo, la población sufre y los agravios crecen.
Sorprende la pasividad de las autoridades ante la magnitud de la tragedia y frente a situaciones tan dolorosas, como la posibilidad de cuerpos atrapados en los botes hundidos. Tal parece que los afectados debieran asumir una actitud espartana y resignarse a su destino. Desde esa insana perspectiva, pareciera que al pueblo no le queda más que aceptar su sacrificio en aras de un bien superior, uno casi divino, como el de concluir un tren que no tendrá pasajeros. Hay un tufo stalinista en la fría posición de las autoridades.
Acapulco es ícono de la industria turística nacional y producto de los gobiernos revolucionarios. En su momento, el esfuerzo para posicionarlo alcanzó hasta al cine nacional y en sus locaciones se filmaron escenas de películas con Pedro Infante, Cantinflas y la monumental Silvia Pinal. Agustín Lara lo puso en la letra de una de sus más famosas canciones y de paso nos dejó imaginar lo que hizo en sus playas con María Félix.
En otro foro mencioné que para recuperar Acapulco se requiere, entre otras cosas: 1) presupuesto suficiente y seguro, con reglas de operación democráticas y trasparentes; 2) participación de los sectores productivos y sociales en la toma de decisiones; 3) nuevas reglas de construcción y desarrollo urbano; 4) un esfuerzo para sacar al crimen organizado del estado de Guerrero; 5) la concurrencia del mayor número de instituciones del estado en la región y 6) la reconstrucción del maltrecho Sistema Nacional de Protección Civil.
Lo primero, el presupuesto, ya queda en duda. La bancada de Morena en diputados se negó a destinar recursos para la zona de desastre. Como en otras ocasiones, “no se movió una coma” de lo enviado por la Secretaría de Hacienda. El futuro de Acapulco está en riesgo, y con ello el de la industria turística. No hay una estrategia integral del gobierno central, al menos no se conoce, y es claro que los gobiernos estatal y municipal están rebasados
Acapulco merece una reconstrucción a la altura de su prestigio. Sus habitantes deben recibir la solidaridad de todo México. No dejemos que otras noticias hagan invisible la tragedia, lo sucedido debe servir para reflexionar y actuar en materia de protección civil.
POR RUBÉN MOREIRA VALDEZ
COORDINADOR DEL PRI EN LA CÁMARA DE DIPUTADOS
@RUBENMOREIRAVDZ
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