Desde Afuera

Gorbachov: reformista fracasado

Tenía el propósito de transformar a su país, tras una revitalización del socialismo, pero las realidades económicas y políticas se interpusieron

Gorbachov: reformista fracasado
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

El deceso del último líder de la URSS, Mijaíl Gorbachov, fue ciertamente al menos del hombre que a través de sus acciones fue determinante para acabar con ella, y comenzar con la nación que ahora enfrenta el mundo. Destruyó lo que trató de reformar.

Héroe para unos, villano para otros, fue bajo su gobierno que se desplomó y disolvieron la Unión Soviética y el Pacto de Varsovia, compuesto por un cinturón de países aliados, en lo que el actual presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, calificó en su momento como la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX.

Y Putin, que hoy lucha por restablecer su percepción de grandeza de la URSS y de equilibrio, al menos en torno a su país, es el protagonista de parte de lo que hoy se considera como una nueva Guerra Fría, con su aventura militar en Ucrania, una exrepública socialista soviética aliada de facto a Europa occidental y Estados Unidos. No es el único detractor de Gorbachov. Y quién sabe si habrá más o menos críticos del exlíder soviético en Rusia que fuera de ella.

Cuando llegó al poder en 1985, tenía el propósito de transformar a su país mediante una revitalización del socialismo, pero las realidades económicas y políticas se interpusieron con un plan de reformas.

Las políticas que movieron a Gorbachov, la Perestroika reformadora del Partido Comunista Soviético, y la glasnost, para propiciar la discusión abierta de los problemas del país y las mejores formas de solución, se quedaron virtualmente en propuestas.

Según Thomas Graham, especialista del Consejo de Relaciones Exteriores de Nueva York, ambas políticas fueron rebasadas por la improvisación. "Durante sus seis años en el poder, Gorbachov logró cosas extraordinarias en casa y en el extranjero", afirmó. Pero también "desató fuerzas que no podía controlar y que remodelarían su país y el mundo, a veces de formas que él no deseaba".

Para los "duros" del partido, sus políticas destruyeron a la URSS y todavía sostienen que lo hizo. Para los reformadores, nunca fueron suficientemente rápidas ni profundas.

En 1991, dejó el poder obligado por la oposición a sus medidas y gracias a un intento de golpe militar en agosto de ese año, que fracasó, pero lo dejó tan debilitado que dejó la Presidencia meses después, el 25 de diciembre, cuando la Unión Soviética se disolvía. ¿Héroe? ¿Villano? Es cuestión de opiniones y puntos de vista.

Lo cierto, es que sus intentos de reforma llevaron al desmantelamiento del partido comunista ruso y a una etapa caótica en un país que nunca fue una democracia, al menos como se le concibe en términos clásicos.

Igualmente, muchos de los problemas que se agudizaron con Gorbachov fueron domésticos y la URSS cayó más por intentos de reformas no bien pensadas, ni bien ejercidas o hasta insuficientes, que por las acciones de sus adversarios externos.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@CARRENOJOSE1

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