Desde Afuera

México-EU: Necesidad de reunirse

Los temas de la agenda serán "dos prioridades de corto plazo": la definición de una estrategia para detener la inflación y cooperación en migración

México-EU: Necesidad de reunirse
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden se reunirán mañana en un encuentro que será dominado, a gustar o no, por el tema migratorio, y las desventajas de los dos.
Oficialmente, según declaraciones del canciller Marcelo Ebrard al  semanario Proceso, los temas de la agenda serán "dos prioridades de corto plazo": la definición de una estrategia para detener la inflación y cooperación en materia migratoria, que necesariamente incluye cuestiones de seguridad.

Pero la situación de cada uno difiere lo suficiente como para asegurar que cualesquier acuerdo que puedan alcanzar esté limitado por realidades políticas brutales.

Biden es el presidente del país más grande, económicamente más fuerte, receptor de millones de inmigrantes con y sin documentos, pero es relativamente débil por su situación doméstica y el feroz debate que normalmente rodea el tema migratorio en EU, que esta vez lo tiene en desventaja política.

López Obrador, por su parte, tiene una popularidad indiscutible en México, pero su fuerza en este tema parece derivarse más de la situación del país como punto de partida y de paso para cientos de miles de migrantes.

Y en todo caso, las posibles soluciones –excepto un endurecimiento de controles sobre las rutas de migrantes– no son de corto plazo, aunque esto podría ayudar a los demócratas de Biden en las próximas elecciones legislativas.

La visita se realiza casi como muestra de la normalidad de las relaciones bilaterales, luego de la ausencia del mandatario mexicano de la "cumbre" hemisférica convocada por Biden, en protesta por la no-invitación a los gobiernos de Cuba, Nicaragua y Venezuela, y reportes sobre la irritación en la capital estadounidense con los aparentemente escasos resultados de la cercanía del embajador Ken Salazar con López Obrador.

Pero el hecho aparente es que la reunión se realiza bajo nubes de tormenta: las polémicas sobre leyes mexicanas, especialmente en la industria energética, de enorme simbolismo nacionalista para el gobierno López Obrador y señal de hostilidad según los inversionistas estadounidenses. El tema, como un número creciente de otros vinculados con proyectos de ley del gobierno López Obrador, deberá verse en el marco de los paneles de solución de disputas del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC).

Hay además, una creciente visión negativa por las "oportunidades perdidas" por la acción, o la inacción, del gobierno.

Las cuestiones migratorias y de cooperación sobre seguridad son tanto o más complicadas. La percepción externa sobre la situación en México deriva de los continuos reportes sobre asesinatos de alto perfil, masacres, y el evidente impacto del crimen organizado sobre diversas regiones del país.

Y si se añaden crisis ambientales, como la megasequía que afecta porciones de Norteamérica, se advierte la complejidad de la relación bilateral y la necesidad de mostrar comunicación.
Y del acuerdo en estar en desacuerdo.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@CARRENOJOSE1

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