Este sábado 5 de junio concluyó la aplicación del exámen de ingreso a nivel superior en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en el que participaron poco más de 197 aspirantes, proceso que este 2022 comenzó el pasado 14 de mayo y cuyos resultados se darán a conocer el próximo 22 de julio.
Hablamos de casi 200 mil jóvenes con aspiraciones a conseguir uno de los poco más 50 mil espacios que hay disponibles en nuestra Máxima Casa de Estudios, en la cual tengo en enorme privilegio de servir como catedrático en la Facultad de Derecho. Esta cuyuntura es propicia para reflexionar que, de acuerdo con los datos oficiales, en nuestro país sólo ingresan a la educación superior 20 de cada 100 jóvenes en edad de asistir a las aulas universitarias. De cada 100 niñas y niños que ingresan a la primaria, sólo entre tres y cuatro logran concluir la educación superior. Dato que revela el reto que significa contar con mayores espacios en la educación pública superior nacional.
En este contexto, debe decirse que uno de los elementos que aún ahora permiten la movilidad social de nuestro país, es lograr acceder a la educación superior y titularse de una carrera universitaria. El estudio “Panorama de la Educación, 2021”, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), destaca que el reto para los Estados es impulsar su inversión en educación para afrontar las fuentes de desigualdad de oportunidades. “Esto ayudaría a crear condiciones más equitativas para que las personas de todas las edades adquieran las competencias que les permitan acceder a mejores empleos y a una vida mejor”.
El documento de la OCDE informa “que uno de cada cinco adultos en todos sus países petenecientes no han finalizado la educación media superior y en algunas naciones, un considerable porcentaje de los niños abandonan sus estudios antes de terminarlos.
En 2021, en cerca de un cuarto de los países de la OCDE, por lo menos uno de cada 10 jóvenes en edad escolar no estaban matriculados en la escuela. Sin embargo, algunos países lograron avanzar entre 2005 y 2021: la tasa de jóvenes no escolarizados en el nivel de educación media superior bajó más de 15 puntos porcentuales en México, Portugal y la Federación de Rusia”.
Al respecto, es importante decir que, al igual que con otros grandes sistemas mexicanos, el sistema educativo nacional está caracterizado por una enorme diversidad y heterogeneidad. Y esto exige un esfuerzo permanente, constante, incansable, para ofrecer no solo la calidad educativa a la que todas y todos los mexicanos tenemos derecho, sino mayores oportunidades de continuar con la preparación académica.
Acceder a nuestra Máxima Casa de Estudios o a cualquier otra de las institucones públicas de educación superior implica más que el inicio de una carrera universitaria. Es sin duda el cimiento en la construcción de una identidad y orgullo que nos deja marcados de por vida; porque cambia la vida a quienes lo logran puesto que son un ejemplo de esperanza para quienes aprenden y enseñamos en sus aulas, y sobre todo para los candidatos que lo seguirán intentando.
¡Mucho éxito a todas y a todos los aspirantes! ¡Sean felices!
Fuente: https://www.oecd.org/education/education-at-a-glance/ .
POR PACO MORENO
Abogado, Sociólogo / Catedrático de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México. Ha sido legislador federal y local por Morelos, delegado del IMSS y titular de la Procuraduría Federal del Medio Ambiente (Profepa
(@PacoMorenoM)
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