DESDE AFUERA

Triunfo de Petro y las izquierdas de Latam

Las presidenciables en Colombia elevaron la retórica sobre las posibilidades de una unión latinoamericana y las fuerzas parecen más fuertes

OPINIÓN

·
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El triunfo de Gustavo Petro en Colombia fue recibido con alborozo entre quienes lo ven como un paso más en el ascenso de la marea rosa en América Latina.

Pero esta es una región donde hay izquierdas, izquierdas e izquierdas. 

Petro, un exguerrillero que llevaba 12 años en persecución de la Presidencia colombiana, ganó el domingo una elección en la que por primera vez en la historia moderna de Colombia, ninguno de los candidatos representaba a las formaciones políticas tradicionales, liberal o conservador.

El partido de Petro, el Pacto Histórico, no es la mayoría legislativa. Es una minoría fuerte, pero no puede imponerse por sí sola, por lo que deberá negociar con otras fuerzas en el Congreso, como ocurre con otros mandatarios en América Latina, de izquierda y derecha. 

Gustavo Petro y su rival, el populista de derecha Rodolfo Hernández, fueron representativos del descontento social con la clase política tradicional, la desigualdad y el estancamiento económico. Pero, al mismo tiempo, Petro era un valor conocido frente al semidesconocido Hernández, apodado el Trump colombiano por su abierta admiración al expresidente estadounidense.

El disgusto con la política "habitual" parece un fenómeno común en una América Latina donde, sin embargo, los partidos tradicionalistas conservan fuerzas en los congresos y plantean desde ahí sus posiciones y sus reparos.

La victoria de Petro elevó de inmediato la retórica sobre las posibilidades de una unión latinoamericana. Y ciertamente, las fuerzas centrífugas parecen cada vez más fuertes en la región, pero cómo enfrenten las realidades en cada uno de los países donde ahora gobiernan dirá mucho de sus perspectivas futuras. Y de hecho, las cosas son más complicadas de lo que se dejan ver.

Las posiciones y el punto de arranque del izquierdista y democrático de Gabriel Boric, en Chile, son muy diferentes a las de Daniel Ortega, empeñado en usar medidas dictatoriales "legales" para asegurar la permanencia de su gobierno.

La situación de Petro, con un Parlamento fragmentado, lo obligará a actuar de forma distinta que las formulaciones de su vecino, Nicolás Maduro, mientras Xiomara Castro, la nueva presidenta de Honduras, no podría actuar de la misma forma que el más tradicionalmente autoritario gobierno de Cuba.

En Argentina, un punto clave, el presidente Alberto Fernández está literalmente en medio de una lucha de fuerzas con la vicepresidenta Cristina Fernández, viuda de Kirchner, que parece debilitar y dividir al movimiento peronista.

En Bolivia, el mandatario Luis Arce enfrenta las críticas de su mentor y antecesor Evo Morales, que se dice comienza a calentar motores para presentarse a la Presidencia en 2025, mientras algunos anuncian que esa división puede ser la muerte del Movimiento al Socialismo (MAS), al que ambos pertenecen.

Todos son de izquierda. Pero tienen situaciones y necesidades políticas muy diferentes.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@CARRENOJOSE1

PAL