COLUMNA INVITADA

Masacre de la cadena logística en Texas

En materia de comercio exterior no recuerdo ningún caso en el que un gobernador (un personaje de la política interna de un país) pusiera en jaque el tema de la facilitación comercial

OPINIÓN

·
José Ignacio Zaragoza Ambrosi / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México

Si alguien tenía dudas de que la facilitación comercial pasa más por la política que por la economía o la seguridad, que venga a la frontera con Texas donde les quedará claro que el gobernador del estado de la estrella solitaria, Greg Abbott, después de haber levantado las exhaustivas revisiones a los camiones que cruzan de nuestro país, amaga de nuevo con volver a activar las inspecciones si el Presidente de México no frena la migración hacia los Estados Unidos.

Sin embargo, el gobernador parece pasar por alto que toda la situación que provocó no solo perjudicó a los exportadores y transportistas mexicanos, una estimación de la ciudad fronteriza de Pharr señala pérdidas económicas diarias de $202 millones de dólares, mientras que Perryman Group, fijó las pérdidas en $477 millones de dólares por día.

Pero no crean que el tema económico le hace mucho ruido, de hecho, lo justificó diciendo que con esto lograron sacar a varios camiones inseguros de las carreteras texanas y también que, gracias a este programa de inspecciones, tanto la Casa Blanca como el gobierno de México pusieron atención en los temas fronterizos que interesan sobre todo a los republicanos.

Y el otro punto central de la estrategia es que se acercan las elecciones y desea reelegirse en Texas y en un futuro buscar la candidatura presidencial; y como sabemos, pocos temas mueven tanto a los republicanos a las urnas como el de la migración y la seguridad, que según los últimos datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, se dieron 221 mil 303 encuentros con migrantes a lo largo de la frontera con México durante el mes de marzo, la mayor cantidad en décadas, y aseguran que los intentos de cruce continúan aumentando.

En materia de comercio exterior no recuerdo ningún caso en el que un gobernador (un personaje de la política interna de un país) pusiera en jaque el tema de la facilitación comercial. Siempre este tema impulsado por prácticamente todos los organismos internacionales (OMC, OMA, FMI, Banco Mundial, ONU, OCDE, CEPAL, etc.) es negociado e implementado por los gobiernos federales que deciden las políticas públicas en torno al comercio exterior. 

Durante la pandemia vimos cómo gobiernos decretaron el cierre de sus fronteras, sobre todo en Centroamérica, deteniendo por completo el comercio; igualmente lo vimos en Inglaterra por el tema del Brexit, pero no por una agenda partidista.

El Presidente López Obrador tiene razón cuando señala que esto fue pura politiquería y es que no podemos estar a expensas de que el gobernador de Texas o de otro estado fronterizo diga ahora que revisará los frenos o las luces a todos los camiones que deseen ingresar a los Estados Unidos. Es que esto es una regulación o restricción no arancelaria completamente sacada de la manga.

Desde mi punto de vista es un tema que México debe llevar a la Organización Mundial de Comercio, y no en carácter de reclamo o de pedir compensación a los Estados Unidos; más bien como un tema previsorio que se incluya en la agenda multilateral para resolver estos conflictos desde una soberanía mayor a la estatal. La principal preocupación es que, a partir de ahora, los gobiernos locales o incluso nacionales, podrían jugar esta carta de su chistera a fin de parar el comercio y exigir lo que sea. No solo es porque ahora nos haya tocado vivirlo en la frontera de México, es que el comercio exterior es la única fuente que está permitiendo a todos los países enfrentar la post pandemia y cerrar la brecha de la desigualdad que hoy existe y que tanto he señalado en esta columna. 

POR JOSÉ IGNACIO ZARAGOZA AMBROSI

EXPERTO EN COMERCIO EXTERIOR

@ignaquiz

 

PAL