DESDE AFUERA

Reforma Eléctrica: un fracaso útil

Tan sólo los intereses estadounidenses afectados podrían haber planteado demandas por 10 mil millones de dólares

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Sin duda, el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene una visión diferente y así lo ha expresado en su retórica matutina.
La realidad es que su derrota legislativa del domingo en torno a la polémica ley de reforma de la industria eléctrica, le ahorró en principio una tonelada de problemas y costosísimas demandas que probablemente habría perdido en instancias internacionales.

Pero bien pudo haber sido una jugada de varias bandas.

Cierto. Tanto la propuesta de ley como la oposición tenían motivaciones políticas domésticas. Los intereses externos fueron parte del argumento, aunque también un muy presente factor de oposición, sobre todo, ante las advertencias estadounidenses sobre posibles litigaciones y su impacto negativo.

Tan sólo los intereses estadounidenses afectados podrían haber planteado demandas por 10 mil millones de dólares. Y al margen de estar o no de acuerdo con el mandatario, hay mejores cosas que hacer con ese dinero.

Pero no eran los únicos. Hay en la mezcla intereses de otros países que figuran igualmente entre las principales fuentes de inversión extranjera en México. Y de paso, la reforma tendría efecto en otras industrias.

De por sí, para bien o para mal, la reputación externa del actual gobierno mexicano es la de uno que tiende a no respetar contratos. Y eso, sumado al freno significado por la pandemia, ha tenido y tiene un impacto en la inversión externa.

El gobierno de López Obrador está consciente de eso.

El rechazo en el Congreso muestra que es posible frenar legal o políticamente alguna de sus medidas, y aunque seguramente no sea lo que el gobierno deseaba tampoco es necesariamente malo, porque a final de cuentas deja los conflictos en organismos domésticos y en juegos políticos en vez de presiones económicas externas.

Como señala el colega Manuel López San Martín, López Obrador sabía que su propuesta de reforma estaba perdida y siguió adelante, en buena parte por narrativas de política doméstica, que es lo que le preocupa. Pero también le restó al Presidente una serie de complicaciones externas, en especial con EEUU, sin dar un paso atrás en su retórica nacionalista.

Por ejemplo, a cambio de no tener un choque directo con EEUU, con el que tiene importantes acuerdos de colaboración sobre temas migratorios, postula una ley de minería cuyo principal efecto es la nacionalización del litio, un mineral estratégico que hoy controlan empresas de capital chino.

Es imposible asegurar que el rejuego geopolítico de la situación haya estado presente en los cálculos de López Obrador y su equipo, que normalmente parecen convencidos de que "fuera de México todo es Cuautitlán". Tampoco es posible asegurar que figuraba en sus cálculos.

Pero, así como se encontraron la natural resistencia de los inversores extranjeros a la Reforma Eléctrica, ahora pueden aprovechar el aparente fracaso para adelantar sus argumentos tanto en lo nacional como en lo internacional. 

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM 
@CARRENOJOSE1

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