ALIANZA DEL PACÍFICO

5 oportunidades que abre Singapur como parte de la Alianza del Pacífico

La Alianza del Pacífico nació en 2011 con el objetivo de ir más allá de un tratado de libre comercio y conjuntar las visiones de los cuatro países fundadores: Chile, Colombia, México y Perú, para impulsar mayor crecimiento y competitividad como región

OPINIÓN

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Itziar Gómez Jiménez / Hannover / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Desde ProMéxico me tocó apoyar y ver nacer a la Alianza del Pacífico (AP), así que es un mecanismo de integración al que le tengo especial admiración y orgullo. No deberá sorprenderles, por tanto, si en varias ocasiones ven plasmado en este espacio oportunidades, noticias o reflexiones en el futuro en torno a este importante bloque que, más allá de lo económico y comercial, es un paso genuino a la integración entre naciones. 

En esta ocasión quisiera abordar una de las noticias más relevantes de la AP en los últimos años: la incorporación de Singapur al bloque como Estado Asociado. Sin embargo, quisiera comenzar con algunos antecedentes sobre la AP que nos sirven de contexto para acentuar su relevancia. 

La AP nació en 2011 con el objetivo de ir más allá de un tratado de libre comercio y conjuntar las visiones de los cuatro países fundadores: Chile, Colombia, México y Perú, para impulsar mayor crecimiento y competitividad como región, a través de la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas, de manera que podamos fortalecer el intercambio y las cadenas globales de valor entre nuestros países.

Ha sido desde hace más de una década un ejemplo de desarrollo y mejores prácticas en turismo, regulación, competitividad, innovación, equidad de género y sostenibilidad, entre muchos otros rubros, para diversos países, razón por la cual cuenta con más de 59 países observadores que siguen de cerca sus pasos. 

En equipo, sin duda, somos más fuertes. De acuerdo con la Alianza del Pacífico, nuestras cuatro economías representan el 42% del PIB de América Latina y el Caribe (si fuéramos un solo país, seríamos la octava economía global); atraemos 4 de cada 10 dólares que se invierten en Latinoamérica y el Caribe; exportamos 5 de cada 10 dólares en América Latina; nuestros cuatro países lideran la lista de las naciones más competitivas de la región en la clasificación del Doing Business; y juntos tenemos cerca de 230 millones de habitantes (si fuéramos un país, seríamos el quinto más poblado del mundo). 

La AP, como se advierte, es muy sólida. Sin embargo, el pasado 26 de enero se anunció un hito que hará que este mecanismo de integración sea aún más robusto: la AP suscribió un acuerdo comercial con Singapur que lo convierte en su primer Estado Asociado. Este acuerdo es fruto de más de cuatro años de trabajo y entrará en vigor probablemente en 2023, una vez que el acuerdo se ratifique por 3 de los 5 países involucrados. 

Es un parteaguas que, sin duda, acercará más a nuestro bloque con la región Asia Pacífico, fortaleciendo nuestros vínculos con uno de los aliados más importantes de dicha región. Basta recordar que Singapur es la economía más competitiva del mundo, de acuerdo con el Centro Global de la Competitividad (IMD, por sus siglas en inglés); ocupa el segundo lugar a nivel global en el Doing Business del Banco Mundial; y el tercero con el talento más calificado a nivel internacional. En pocas palabras, nos aliamos con el “más aplicado del salón”. 

México ha asumido la presidencia pro tempore para 2022 de la Alianza del Pacífico, por lo que dará seguimiento a los Grupos de Alto Nivel; al plan de trabajo conjunto para el futuro; y, sobre todo, impulsará las oportunidades que hay entre la AP y Singapur. 

Derivado de un comunicado conjunto publicado por el diario singapurense The Strait Times, así como gracias a información que amablemente me compartió la Embajada de México en Singapur, resumo las oportunidades que veo para nuestro país en este importante hito: 

La primera oportunidad es, sin duda, la puerta que abre este acuerdo para atraer más inversiones de manufactura avanzada al país. Con el nearshoring, fabricantes asiáticos como Foxconn y Pegatron han realizado inversiones en México para aprovechar su ubicación estratégica y acceder al mercado estadounidense. Del mismo modo, las empresas de Singapur que suministran tecnología para el sector aeroespacial, automotriz, eléctrico-electrónico, entre otros, pueden establecerse en México y satisfacer el mercado de EU y la AP desde México. Un ejemplo de inversión es la empresa de ingeniería de plásticos de precisión de Singapur, Sunningdale Tech, que se encuentra en Jalisco y ha estado produciendo en México desde hace 18 años. 

La segunda oportunidad se encuentra en el sector turístico. El grupo singapurense Banyan Tree cuenta con tres resorts en el país —en Cabo Marqués, Mayakoba y Puebla— y planea abrir dos más durante los próximos años.

La tercera es el e-commerce y la cooperación en soluciones de fintech, lo que permitirá impulsar la participación de las pymes mexicanas en mercados globales. Por ejemplo, el unicornio Shopee anunció su llegada a México el año pasado para aprovechar el mercado interno de nuestro país. Sin duda, esta plataforma y las que vienen puede servir de puente en ambas vías.

La cuarta son los servicios de transporte marítimo entre Asia y la AP, que permitirá que la logística entre nuestras regiones sea más competitiva, fortalecerá la transferencia de conocimiento y mejores prácticas, así como la profesionalización y la capacitación en el sector.

La quinta se encuentra en el fortalecimiento de las cadenas globales de valor en el sector agroindustrial entre la AP y Singapur. En el caso de México exportamos berries, aguacate y abulón con mucho éxito a dicha región, por lo que es una oportunidad relevante para diversificar nuestras exportaciones.

Nombro aquí cinco oportunidades, mas sin duda existen cientos más que espero seguir compartiendo en el futuro en este espacio. Mientras tanto, mantengan a Singapur y a la Alianza del Pacífico en mente.

POR ITZIAR GÓMEZ JIMÉNEZ 
DIRECTORA DE PLASMAR COMUNICACIÓN

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