COLUMNA INVITADA

La medicina privada y el debate de la salud en México

Aún es tiempo de cimentar un cambio de régimen y no sólo de políticas de salud

OPINIÓN

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Juan Manuel Lira / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Félix Reinknecht es un intensivista y anestesiólogo que vive en Estocolmo, Suecia. Sus labores inician a las 7:30 am en el hospital de la Universidad de Karoliska (hospital público) y terminan a las 4 pm (aunque algunos días concluyen a las 6). La mayoría de su tiempo lo ocupa atendiendo pacientes, pero también tiene que dedicarse a labores administrativas. Cada cuatro semanas tiene que hacer dos guardias de 5 pm, entrando a las 3 pm y saliendo al día siguiente, y dos guardias los fines de semana. Félix reconoce que el tiempo que le queda para convivir con su familia y realizar sus gustos personales es muy limitado. Suecia tiene uno de los mejores sistemas de salud pública. Después de una reforma en los años 90, se permitió la creación de centros de salud privados. Los pacientes pueden elegir entre acudir a uno u otro. En Suecia la salud pública y la salud privada son complementarias, ambas están completamente reguladas y supervisadas por el Estado.

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La mayoría de los médicos en el sistema público son asalariados, también hay médicos privados (los menos) y los denominados “autónomos” (FreeLancer) que pueden trabajar para una empresa privada o pública, generalmente por horas de trabajo. La diferencia mensual neta de salarios oscila en los 13 mil pesos (91 mil vs. 78 mil, respectivamente), mientras que un médico autónomo en promedio puede ganar bruto entre mil 600 y dos mil 300 pesos por hora, sin embargo, tiene que pagar altas retenciones y costear su seguridad social, pensión, etc. Félix decidió renunciar a su trabajo como asalariado y contratarse como autónomo, y así dedicarle más tiempo a su familia y a sus asuntos personales. La asistencia sanitaria pública en Suecia no es gratuita. Los pacientes realizan un copago por consulta de entre 270 y 690 pesos con un tope anual de dos mil 870 pesos, con excepción de los menores de 20 años, las consultas prenatales y las urgencias médicas. En cuanto a los medicamentos, el pago tiene un tope máximo al año de cinco 250 pesos y para los menores de 18 años los medicamentos son gratuitos.

México aspira a tener un sistema de salud como el de Suecia, para lo cual el presidente López Obrador ha instruido al IMSS Bienestar a brindar atención médica a la población sin seguridad social, sin embargo, en el debate de un cambio de régimen contra hegemónico, aún no existe la participación regulada de la medicina privada, ni de la industria relacionada con la salud.

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Es momento de hacer las cosas de manera diferente y crear “valores” en salud más allá de lo monetario, para lo cual la medicina privada y el Consejo Coordinador Empresarial, bajo la dirigencia de Francisco Cervantes (persona socialmente sensible), tienen mucho que aportar al sueño del Presidente de tener un sistema de salud como de los países escandinavos. En la 4 T aún es tiempo de iniciar con los cimientos para un cambio de régimen y no sólo de un cambio de políticas en salud. Mantengamos viva la llama de la esperanza.

POR JUAN MANUEL LIRA
MÉDICO Y ANALISTA EN TEMAS DE SALUD
@DOCLIRA1

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