Una madre de Seattle, en Estados Unidos, enfrenta cargos de asesinato en segundo grado después de que, según informes, golpeó a su hijo de 14 años hasta la muerte con una extensión porque no terminó sus tareas.
Denaya Young, de 29 años, llamó al 911 el jueves pasado para informar que su hijo, identificado como "JR" en el informe policial, había dejado de responder mientras ella lo castigaba físicamente.
Según la policía, Young admitió haber "ido demasiado lejos" al azotar a su hijo con un cable alargador durante varias horas. Cuando llegaron los oficiales, les dijo que "dejó que la ira se apoderara de ella" y que "perdió la cuenta" de cuántas veces golpeó a su hijo.
El informe policial describe una escena horripilante. Young supuestamente empujó a su hijo contra una pared, causándole una lesión en la cabeza que lo dejó inconsciente. Luego, continuó golpeándolo mientras yacía en el suelo. Young esperó cinco minutos antes de llamar al 911, según los fiscales del condado de King.
Médico forense encontró 1,172 heridas en cuerpo del menor
El médico forense encontró 1,172 marcas, cortes y contusiones en el cuerpo del adolescente, y determinó que la causa de la muerte fue un shock distributivo, una condición en la que el cuerpo no puede suministrar suficiente sangre al corazón debido a la gran cantidad de lesiones.
"Cada vez que se ponía de pie, se caía, pero pensé que me estaba tomando el pelo (...) las últimas dos caídas, las últimas cuatro o cinco caídas, se golpeó la cabeza contra algo al caer", dijo la mujer a los oficiales.
La agresión se habría prolongado durante varias horas
Los documentos judiciales revelan que el niño había estado viviendo con Young desde agosto, a pesar de tener un tutor legal, pero se había quedado con su madre tras ir a visitarla.
El día del incidente, Young se enojó con su hijo por no hacer sus tareas y lo golpeó durante tres horas. Los hermanos y el padrastro del niño presuntamente presenciaron la brutal paliza.
Young no se presentó ante el tribunal el viernes para su audiencia de fianza. Su abogado defensor argumentó que estaba experimentando un "trauma significativo" por la pérdida de su hijo y que la encarcelación solo aumentaría su sufrimiento. Sin embargo, el juez fijó la fianza en 3 millones de dólares a petición de la fiscalía.
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