Malos modos

Golden Chairos 2022

Vivimos un sexenio de gloria, de la mano de la Cuarta Transformación y sobre todo de su Primer Motor, el Presidente

Golden Chairos 2022
Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Vivimos un sexenio de gloria, de la mano de la Cuarta Transformación y sobre todo de su Primer Motor, el Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. Gloria eterna, pues, a Él. Sin embargo, cometeríamos una injusticia si junto a los tributos al Gran Artífice de Nuestra Felicidad no hiciéramos un reconocimiento a todas las personas que, libres de las ataduras de la autoestima, dedican su día a día al aplauso, a la celebración sin matices. Es así como queda abierta la convocatoria a los Golden Chairos 2022, los reconocimientos a los más granado de la propaganda obradorista.

Hace unos días, Jorge Zepeda publicó una columna en la que celebraba la permanencia de algunas voces que calificó de centradas, equidistantes. A los mencheviques del besamanos, vaya. Bueno, el espíritu de los Golden es el reverso del que animó esa columna. Nada de tibiezas: aquí celebramos la entrega total. Quedan fuera los que hacen una crítica chiquitina para luego desfondarse a piropos con lo que sí, quedan fuera unos 23 columnistas, como quedan fuera quienes aplaudían desaforadamente al Tlatoani para apuntar alguna crítica tibia, en plan regresa a mí, a la hora de perder la chamba (bye, Sabina).

No quiero sesgar la opinión de nadie, porque los Golden son democráticos: a los ganadores los elige, voto a voto, en democracia participativa, libremente, el Pueblo Bueno: ustedes. Aun así, adelanto que la competencia será durísima. Uf. Tiempo atrás, hubiéramos presenciado un duelo intrafamiliar: Irma Eréndira contra Ackerman. Digo, la Dulce Guerrera dijo que el Estado era, sin más, el presidente, pero el Bálsamo supo replicar cuando contó que si se estresaba, veía la Mañanera y le venía una paz como de retiro de Ayurveda. El problema es que el matrimonio más hot de la red incurrió en pecado de lesa gubernatura, y chao.

“Los moneros”, dirán. Y sí: hervidero de talento. Porque parecería que El Fisgón está libre de competencia (que si “Andrés” es infalible, que si los niños golpistas), pero entonces vino Rapé con el cañón presidencial que le dispara a la prensa. ¿Epigmenio? Hombre, sí. Pero tiene un problema: el ego. A la propaganda más solemnota la emborrona esa propensión al “Soy el Rambo de la América Socialista”. Desde luego, hay competencia en la academia, en el cine (aunque Damián anda medio callado, lo sostiene su trayectoria), entre los artistas del copy-paste y, obviamente, en la política: ustedes pueden suponer que nada desafía a los senadores con lo de la encarnación de la patria, pero ¿y Jenaro Villamil? Anda muy activo últimamente: ante el cañonazo de un desplegado, una perdigonada de genuflexiones.

Participen. La entrega de premios tendrá lugar en diciembre, con una fiesta en el Zócalo. No quiero arruinar la sorpresa, pero va a haber música. A que no adivinan con quién.

POR JULIO PATÁN
COLUMNISTA
JULIOPATAN0909@GMAIL.COM
@JULIOPATAN09

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