COLUMNA INVITADA

La calma antes de la tormenta

La estrategia de Estados Unidos con Rusia tiene varias directrices: la vía diplomática, consecuencias económicas y una respuesta militar

OPINIÓN

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Lila Abed / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

El gobierno de Joe Biden continúa con sus esfuerzos para disuadir a Rusia de realizar un ataque militar en Ucrania. En una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, convocada por Estados Unidos, los miembros abordaron la crisis ucraniana. El propósito del encuentro era ejercer presión internacional contra el Kremlin y pedir una explicación por la concentración de tropas rusas en la frontera con su vecino.

No se espera que se alcance una resolución, ya que el régimen de Vladimir Putin tiene la ventaja del veto y consiguió el respaldo de China. Sin embargo, el mandatario estadounidense advirtió que una posible invasión rusa presenta una amenaza a Ucrania, a la Carta de la ONU y al orden global.

La estrategia de Estados Unidos con Rusia tiene varias directrices: la vía diplomática, consecuencias económicas y una respuesta militar. Mientras intenta encontrar una salida diplomática en organismos multilaterales y a través de conversaciones con el Kremlin, legisladores en el Senado estadounidense están cerca de llegar a un acuerdo para imponer un paquete de sanciones al gobierno ruso si decide invadir Ucrania.

Debido a la polarización extrema, pocas iniciativas han recibido apoyo bipartidista en la Cámara alta de Estados Unidos, pero senadores demócratas y republicanos coinciden en que deben castigar a Rusia en caso de un ataque militar. Las negociaciones giran en torno a un proyecto de ley que presentó el presidente del comité de Relaciones Exteriores, el demócrata Bob Menéndez, denominado “la madre de todas las sanciones”, por el efecto devastador que podría tener en la economía rusa.

Conocida formalmente como el “Acta para Defender la Soberanía de Ucrania 2022”, la legislación contempla, entre otras medidas, sancionar a las instituciones financieras de Rusia y excluirla del consorcio de transacciones Swift, que es la base del sistema financiero global. Impondría sanciones contra el gasoducto Nord Stream 2 que suministra gas natural desde Rusia a Alemania, aplicaría represalias contra el gobierno ruso y a los oligarcas del país, afectando al mandatario ruso, a su gabinete, al igual que a todo el círculo más cercano a Vladimir Putin. Asimismo, aumentaría la asistencia de seguridad a Ucrania, destinaría recursos para combatir la desinformación en Moscú, y prohibiría el acceso de instituciones estadounidenses al mercado de la deuda soberana rusa.

Los demócratas intentan conseguir el apoyo de al menos 10 senadores republicanos para aprobar la ley con apoyo bipartidista. Estas medidas se suman a los esfuerzos de Reino Unido para debilitar a la élite rusa, dado que muchos tienen activos y otros vínculos financieros en Gran Bretaña.

En cuanto al frente militar, el Departamento de Defensa de Estados Unidos detectó un incremento de tropas rusas durante el fin de semana y advirtió que un ataque podría ocurrir en cualquier momento.

Rusia ha negado que tenga intención de invadir Ucrania y ha asegurado que sus movimientos son en respuesta a las intenciones de la OTAN por expandir su esfera de influencia en el este de Europa.

La pregunta es, ¿gana más el que abre todas sus cartas o el que lo niega todo y esconde su estrategia? La mayoría de los países occidentales parecen desesperados ante el hecho de que no pueden descifrar lo que piensa o hará Vladimir Putin, mientras que el mandatario ruso sabe perfectamente lo que le espera si lanza un ataque contra Ucrania.

El caos que ha generado la concentración de tropas rusas en la frontera ucraniana es parte del objetivo de Putin, un hombre que siempre ha querido estar en el centro de la atención de la comunidad internacional. Toda la energía de Occidente, incluyendo a la primera potencia mundial, se ha centrado en Rusia. Es un juego de acción y reacción, y parece que Estados Unidos siempre está “un paso atrás” ¿No será que es parte de lo que busca Putin?

POR LILA ABED
POLITÓLOGA E INTERNACIONALISTA
@LILAABED

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