Sin consultar ni consensuar con los 61 senadores que integran el Grupo Parlamentario de Morena, unos 30 senadores —menos de la mitad— se han convocado para reunirse el próximo viernes en el Senado de la República, para analizar el polémico caso de Veracruz.
Específicamente, el análisis y debate que se pretende ejercer el viernes 28 por parte del grupo de 30 senadores de Morena, tiene que ver con la decisión asumida por la mayoría de los miembros de la Junta Política y de Gobierno de constituirse en una Comisión para indagar si se respetó o no el Estado de Derecho en la detención y encarcelamiento del secretario técnico de este órgano legislativo.
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En política, la forma es fondo, y es evidente que los 30 legisladores que se han agrupado tienen un objetivo poco claro. Lo cierto es que utilizar el caso de Veracruz para generar una rebelión adentro del Grupo Parlamentario de Morena, es apostarle a la división, al resquebrajamiento del grupo y golpear el impulso que, desde el Senado de la República, se está dando a la Cuarta Transformación.
La invitación para analizar dentro del grupo parlamentario el caso Veracruz, no se generó de manera abierta a todos los senadores y senadoras; por el contrario, fue fraguado por un grupo que busca tener una mayoría y poder usarla con otros fines políticos.
Es inconcebible que para analizar y debatir el caso Veracruz se excluya a 31 senadores y senadoras o se haya consensuado una convocatoria a dicha reunión a espaldas de los otros 31 legisladores. Esto, demuestra que el fondo de la reunión, no es en particular el caso Veracruz, sino otros propósitos o despropósitos, porque en política la forma es fondo.
En esta evidente división del grupo parlamentario, quien saldrá perdiendo es Morena y la Cuarta Transformación. Por ello, se debe mantener la cohesión del grupo más allá del caso Veracruz, más allá del secretario técnico de la Junta Política y de Gobierno y más allá de cualquier confrontación de intereses que no son, auténticamente, los de la Cuarta Transformación.
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Las y los senadores que vienen desde la auténtica izquierda y acompañando las luchas políticas emprendidas por Andrés Manuel López Obrador, saben perfectamente cuales son los objetivos de Morena y hacia donde se tiene que ir, y saben que las divisiones han llevado al fracaso de los proyectos y objetivos.
Por ello, mantener la unidad del Grupo Parlamentario de Morena por encima de cualquier interés personal o de grupo es un verdadero reto para los 61 senadores y senadoras, porque de ahí dependerá la fuerza legislativa que requiere la Cuarta Transformación en el Senado de la República.
Estamos en proceso de consolidación del proyecto que hará posible transitar hacia un nuevo régimen político y presidencial.
POR LUCÍA MEZA
SENADORA DE MORENA
@LucyMezaGzm
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