En la vida, siempre hay una delgada línea que nos mantiene a salvo, en Match Point es la suerte, el hecho de que una pelota de tenis al tocar la red caiga de un lado o del otro, determina quien gana o pierde el juego.
En el derecho existe esa delgada línea que abre paso a la interpretación; cabe mencionar que a partir de la Reforma Constitucional de Derechos Humanos de 2011, las autoridades deben seguir el principio pro persona; es decir, tratar de brindar la protección más amplia.
Lo anterior, da pie a que en ocasiones puedan presentarse los llamados “ilícitos atípicos”, cuando la aplicación de una norma transgrede un principio de derecho y a todas luces busca realizar un fraude a la ley. Esto sucede a menudo cuando existen vacíos legales o se impulsan reformas o cuotas para el acceso de ciertos sectores o grupos para participar y formar parte de la toma de decisiones.
Como ejemplo, tenemos la reforma constitucional de la “Paridad en todo”, que gracias a esta, hoy contamos con paridad efectiva de 250 legisladoras, pero antes vivimos la historia de “Las juanitas”, candidatas mujeres que al ganar pedían licencia y eran sustituídas por hombres, por lo que el TEPJF determinó que los suplentes debían ser del mismo sexo.
Otro caso son las cuotas “Muxes” en Oaxaca, conformadas por hombres trans que adoptaban el rol de mujer. En 2018 el INE del estado canceló provisionalmente las candidaturas de 17 hombres que se hacían pasar por mujeres trans para cumplir con las cuotas de género.
Y de igual forma sucede en el tema de las candidaturas indígenas, al ser una figura en donde quienes se registran se autoadscriben como indígenas, en 2018 la Sala Regional Toluca del TEPJF fijó un precedente y se resolvió que el estándar probatorio se cumplía aportando elementos que acreditaran un vínculo con la comunidad, de lo contrario, ¿Cuál sería esa delgada línea que te define como indígena? establecerla implicaría caer en estereotipos y discriminación.
Recientemente el Tribunal ordenó revocar la diputación federal de un candidato que intentó pasar como indígena de una comunidad de Guerrero, sin siquiera conocer el nombre de dicha comunidad ni aportar los requisitos del vínculo con la misma. Estas acciones demeritan los avances logrados. Es menester comprender que esa delgada línea debe estar presente en cada uno de nosotros.
PD. En el marco del día internacional de la desaparición forzada, tuve la oportunidad de ver el documental “Te nombré en el silencio” producido por Juan Pablo Espinosa de los Monteros sobre la impactante historia de las Rastreadoras de El Fuerte. “Si algún día desaparecieras… sentiría lo que ellas sienten, que la violencia es algo ajeno hasta que te toca”, escribió Denise Dresser en su columna Buscándolos seguiremos. Creo que el cine es la mejor forma para visibilizar lo que sucede, para sensibilizarnos, para tomar acción. Hablando de líneas, está en nosotros decidir cuándo cruzarlas.