El pueblo sin voz y sus necesidades han servido de palanca al gobierno, no obstante, no se hayan podido atender de fondo. Hoy gana el discurso y pierde la realidad. Se abrió una ventana para el cambio y pronto se cerró. La otra mitad del camino es una oportunidad para construir positivamente, pero con verdadero sentido social y visión al futuro. Requerimos realismo y no fantasía, pero también enfoque en lo esencial y no en los juegos políticos del momento y la división inútil de la población.
POR SALVADOR CERÓN
ECONOMISTA
@accresponsable
dza