AYER PENSABA DISTINTO

El problema del Tribunal Electoral no se ha resuelto

El espectáculo que ha dado el Tribunal Electoral durante meses es, por decir lo menos, vergonzante y preocupante.

OPINIÓN

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Fernanda Caso / Ayer pensaba distinto / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

No porque haya fuertes diferencias dentro de la Sala Superior… eso se espera de cualquier órgano colegiado encargado de resolver disputas de tan alto nivel. Tampoco por el hecho de que las diferencias se hayan hecho públicas… eso es un ejercicio de transparencia al que tal vez no estamos acostumbrados, pero que es normal en cualquier Estado democrático.

No. Lo que es preocupante es que el magistrado Vargas, después de todo lo que ha sucedido, siga ocupando uno de los 7 puestos más altos en la justicia electoral en lugar de estarse enfrentando a la justicia.

El carpetazo que se dio con su renuncia y el acuerdo entre los bandos parece que pone fin a las disputas cuando, en realidad, lo único que hace es calmar los ánimos internos y quitarle un poquito de poder a un hombre que no ha mostrado el menor sentimiento de responsabilidad por el cargo que ocupa. Sería muy grave que este pequeño triunfo de sus opositores nuble la magnitud del problema de fondo.

El magistrado Vargas está acusado por la UIF de enriquecimiento ilícito por 20 millones de pesos y de organizar una red de empresas para triangular flujos de dinero inexplicable. Por si eso no fuera suficiente, los ciudadanos hemos sido testigos de cómo ha cometido algunas de las prácticas más sancionadas en un juzgador: intentar cambiar el sentido de sentencias aún después del voto de los magistrados, votar con criterios distintos en asuntos exactamente iguales (incluso en la misma sesión), doblar la ley para ajustarse a sus argumentos, intentar influir con criterios políticos en decisiones legales y exigirle a sus compañeros avisarle el sentido de sus votos por escrito ¡antes de haber discutido los asuntos!

El problema del Tribunal no se ha resuelto porque, en el fondo, no se trata solo de quién es el presidente de este órgano, sino quiénes lo conforman y con qué criterios se está juzgando la democracia en nuestro país. Tener a un magistrado con acusaciones de corrupción y señalado de actuar como mandadero del partido en el gobierno es un escándalo en sí mismo. No basta con que no sea presidente, es tema que Vargas será una de las 7 personas que voten sobre las impugnaciones de la elección intermedia que acabamos de atravesar y que están definiendo los equilibrios de poder en el Congreso; votará sobre las gubernaturas, el registro de los partidos y los influencers; votará sobre las elecciones locales del próximo año, y resolverá asuntos relacionados con la revocación de mandato.

Que las aguas en el Tribunal se hayan calmado, no significa que la justicia electoral esté en buenas manos.  

POR FERNANDA CASO 
FERNANDACASO@HOTMAIL.COM
@FER_CASO

dza