Un cúmulo de irregularidades, quejas, reclamos y denuncias, quedaron al descubierto después de que Irma Eréndira Sandoval fue despedida de la Secretaría de la Función Pública.
Su intervención en la elección de Guerrero y los ataques sistemáticos contra Félix Salgado fueron en realidad las gotas que derramaron el vaso, pero también la punta del iceberg de una serie de errores cometidos por ella, sus allegados y su equipo de trabajo.
Un botón de muestra lo podemos encontrar en la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), que encabeza la ex velocista Ana Gabriela Guevara, a cuya gestión han traído prácticamente a sombrerazos desde que arrancó este gobierno.
La Función Pública la acusó de todo: actos de corrupción, faltas administrativas y manejos irregulares, entre otras cosas, lo que derivó en diversas sanciones, como la inhabilitación y suspensión de algunos funcionarios.
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Dichas medidas fueron impugnadas por la Conade. Y, con base en información de fuentes oficiales, están por ser anuladas, por lo que los funcionarios no solo están a punto de ser reinstalados sino de recibir sueldos caídos.
Todos los casos y las observaciones, me dice la misma fuente, han sido solventadas después de la intervención directa del presidente López Obrador, quien llamó a cuentas por este caso a Irma Eréndira para pedirle también que dejará de acosar a la ex atleta sonorense.
En aquel entonces nadie sabía cuál era el origen de las investigaciones en la Conade, pero todo surgió a raíz de la llegada de Filiberto Otero Salas, como titular del Órgano Interno de Control (OIC).
Se trata de un funcionario impuesto por Irma Eréndira, a quien el primer mandatario había dado la facultad para nombrar a los titulares de los OIC en esa y otras dependencias.
Otero llegó a la Conade con el pie izquierdo. Trató de imponer sus condiciones y “cuotas”, a lo que se opusieron los funcionarios de Guevara.
Eso fue suficiente para que iniciara una cacería de brujas con la venia de Sandoval Ballesteros, de quien fue colega en la universidad y lo apoyó después de su accidentada salida del Conacyt.
Hoy, a dos años y medio de que inició toda esta persecución, la Conade no ha recibido ninguna notificación que acredite irregularidades.
El Tribunal Administrativo ya dio cuenta de que no hay elementos para proceder en uno de los casos, criterio que se perfila con otros funcionarios involucrados.
Se espera entonces que la razón le asista a Guevara y se ponga en evidencia que la ex secretaria de Estado actuó más por ánimo de venganza que por una lucha auténtica contra la corrupción.
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De cara a la renovación de la gubernatura en Aguascalientes, dos personajes se perfilan como candidatos del PAN: El senador Juan Antonio Martín del Campo y María Teresa Jiménez, quien dobleteó en las elecciones del 6 de junio, como alcaldesa de la capital y como candidata a diputada plurinominal.
Esta es una de las pocas plazas que los panistas conservan como bastión en todo el país, de ahí que la disputa de 2022 será un pleito de “familia”.
Toño Martín anunció esta semana sus aspiraciones, con la realización de una serie de foros temáticos en el estado, mientras que Teresa Jiménez regresó a la alcaldía después de hacer campaña sin que lo necesitara, porque va como diputada pluri a San Lázaro.
Sea como fuere, lo que se prevé para 2022 es una lucha de titanes.
Toño cuenta con el respaldo de importantes sectores económicos de la entidad, mientras que Teresa es la favorita de Marko Cortés.
Lo que juega en contra de la alcaldesa en funciones y futura diputada es la pésima relación y guerra permanente que mantuvo durante toda su gestión con el actual gobernador, el también panista Martín Orozco.
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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “Aunque nos una la sangre, el parentesco no es una garantía de amor.”
POR ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO
ALFREDO.GONZALEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM
@ALFREDOLEZ
MAAZ