TRES EN RAYA

La mancuerna AMLO-Zaldívar y el mal de la 'consultitis'

Un artículo transitorio amplía de cuatro a seis años el mandato de Arturo Zaldívar como presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación

OPINIÓN

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Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Un artículo transitorio amplía de cuatro a seis años el mandato de Arturo Zaldívar como presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Un albazo legislativo que ha puesto en jaque la división de poderes y que demuestra, una vez más, que la Constitución está de adorno para quienes juraron defenderla.

Andrés Manuel dice que solo Zaldívar podrá llevar a cabo los cambios requeridos por y para el poder judicial; argumento que tira abajo el objetivo mismo de cualquier reforma al suponer que solo una persona puede generar el resultado deseado. Por su parte, la cabeza de la Suprema Corte prefiere mancillar al Consejo de la Judicatura Federal, el trabajo colegiado y su propia representación en aras de continuar en su puesto.

La pifia cometida en el Senado de la República no solo es inconstitucional, muestra un sometimiento absoluto a los deseos del poder ejecutivo. Sin embargo, la ciudadanía esperaba que el ministro presidente de la SCJN rechazara desde un principio tal despropósito. No fue así; su contestación no solo fue ambigua, incrementó la incertidumbre. Hoy esa mella en la estabilidad de la rama judicial es lo que sirve de pretexto para una consulta.

Así, una vez publicada la reforma en el DOF, el ministro Zaldívar, solicitó: “se active el procedimiento para que el Pleno de la SCJN se pronuncie, a la brevedad, sobre la constitucionalidad del artículo décimo tercero transitorio de la reforma judicial”. Se entra al perverso juego de las consultas, en lugar de utilizar el mecanismo adecuado señalado en nuestra Carta Magna que es la controversia constitucional. Adentrarse en las artimañas de AMLO: olvidar la ley para utilizar las consultas —las cuales están sujetas a al presión política— como salida a sus deseos.

Es lo que buscan uno y otro. Lo primero sería antecedente para buscar otras ampliaciones. Lo segundo es acomodar a modo una propuesta que no solo es anticonstitucionalidad, también tiene mecanismos acordes y no de corte subjetivo para su solución. El no utilizar la acción de inconstitucionalidad para tumbar el artículo en comento, solo justifica las consultas presidenciales y, lo que es peor, al ser planteado por el mismo ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación demuestra su total desprecio por la defensa última y absoluta del derecho y de la justicia, contrario a lo que se esperaría tanto de su persona como de la SCJN.

Increíble: mejor un grupo de senadores, acompañados hasta por los 4teístas Germán Martínez y Nancy De la Sierra, presentaron ante la Suprema la acción de inconstitucionalidad en contra de la prórroga de dos años para Zaldívar como presidente de la SCJN.

La manipulación por parte de Zaldívar continúa, logrando hacer la mancuerna perfecta con quien arremete todas las mañanas contra el Estado de Derecho. Su tibieza ya ha logrado que la consulta sobre la ampliación de SU mandato se resuelva hasta agosto próximo. La consultitis cunde; expone la soberbia de quienes se consideran por encima de la ley. No comprenden que ampliar el término no es una acción democrática, tan solo demuestra una vena dictatorial que se va ahondando.

POR VERÓNICA MALO
VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM

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