Esta semana, la Representación Comercial de Estados Unidos, USTR, por sus siglas en inglés, en su reporte “Barreras al Comercio Exterior 2021” se lanzó con todo en contra de lo que ellos consideran barreras al libre comercio impuestas de manera arbitraria por México, fuera del T-MEC y que están afectando a los exportadores norteamericanos.
Katherine Tai, la titular de la Representación Comercial de Estados Unidos en el gobierno del presidente Joe Biden, aseguró que una prioridad de su administración será implementar y hacer cumplir los términos del T-MEC para evitar que el acuerdo se desvirtúe en cuanto a sus beneficios para la población estadounidense, como sucedió en el pasado con el TLCAN.
Argumentan que varios sectores, como el energético, el de telecomunicaciones, el agropecuario, el farmacéutico, y otros más, están viviendo trabas administrativas y burocráticas para desalentar sus exportaciones a nuestro país.
Temas como la exportación de ciertos productos de acero que requieren de licencias para facilitar el control y evitar el fraude fiscal o la triangulación de países productores; así como la implementación de la NOM-051 que incluye etiquetas nutricionales a los alimentos y bebidas (para Estados Unidos somos su segundo socio comercial en el sector de la comida chatarra); así como las barreras sanitarias y fitosanitarias que emplea nuestro país en contra de ciertos productos agrícolas con plagas o transgénicos, es decir, modificados genéticamente como el maíz o el algodón.
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Otros puntos que mencionaron fueron la escasa protección de la propiedad intelectual y las barreras que existen en los servicios de telecomunicaciones para detonar el comercio electrónico, haciendo patente nuevamente su desacuerdo en los importes establecidos por México para las importaciones realizadas por empresas de mensajería sin pagar aranceles. “La consolidación de envíos urgentes de más de 300 dólares está restringida y México continúa limitando la cantidad de envíos que pueden entregarse a un solo destinatario por mes”.
Señalan también que existen barreras para invertir, sobre todo en el sector energético y se quejan de los procedimientos administrativos aduaneros, incluidos los cambios de procedimientos, la interpretación inconsistente de los requisitos reglamentarios o normas en las diferentes aduanas fronterizas.
Con esto, es imposible negar que existe hoy una subida en la tensión de la relación comercial con nuestro principal socio, provocada por el gobierno de Biden para medir su fuerza en la política binacional. Es un hecho que México requiere del T-MEC para continuar su camino en el desarrollo económico, pero que nadie se equivoque, los estadounidenses también necesitan de nosotros como quedó demostrado en las negociaciones de este tratado que reemplazó al TLCAN. Hablando se entienden los pueblos y sin duda juntos podemos construir una zona mucho más competitiva que encare la competencia global y que beneficie a ambas naciones.
¿Se recupera el comercio mundial?
La OMC prevé que el comercio exterior del mundo crezca 8% en el 2021, recuperándose de la caída del 5.3% que tuvo durante el 2020 a consecuencia de la pandemia global que vivimos. Pero no hay que echar las campanas al vuelo porque también calculan que para el 2022, el comercio internacional se frene hasta un 4%, y el volumen total del comercio mundial se mantenga por debajo de la tendencia anterior a la pandemia.
Los expertos de la Organización Mundial de Comercio señalan que en el 2021, la demanda de bienes objeto del comercio mundial estará impulsada por América del Norte (11.4%), gracias a las cuantiosas inyecciones fiscales en los Estados Unidos, lo cual también debería estimular a otras economías a través del comercio. Europa y América del Sur registrarán un crecimiento de las importaciones de casi 8%, mientras que otras regiones tendrán aumentos menores.
En el caso de México, las exportaciones cayeron 1.1% en el mes de febrero. El valor de las exportaciones fue de 36 mil 189.7 millones de dólares según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Aún con esto, tenemos un superávit comercial durante febrero de 2 mil 681 millones de dólares, saldo que se compara con el superávit de 2 mil 868 millones de dólares obtenido en febrero de 2020.
Pero no hay que alarmarse, la causa está bien identificada: el cierre de plantas en el norte del país a causa de la escasez de gas por las heladas en Estados Unidos. No hay mal que dure cien años y nuestro país está preparado para seguir respondiendo a los retos comerciales. Seguimos adelante.
POR JOSÉ IGNACIO ZARAGOZA A.
AGENTE ADUANAL, EXPERTO EN COMERCIO EXTERIOR.
@IGNAQUIZ
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