DESDE AFUERA

Biden y su misión ¿imposible?

El enfoque en política doméstica del gobierno de Trump lo llevó a abandonar lo internacional, con la consecuente pérdida de credibilidad

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El gobierno del presidente Joe Biden enfrenta un brutal reto: restaurar la imagen de Estados Unidos, y más aún, su influencia internacional.

Parecería una broma, sobre todo si se considera que ese país se mantiene como el hegemón de nuestro tiempo, tanto en lo militar como en lo económico, a pesar de los actuales retos que enfrenta en lo interno y lo externo.

Para muchos, EU parece un gigante enfermo, inmerso en un debate político interno y un brutal recuento público de sus problemas sociales, derivados sobre todo de raza y economía, que lo hacen parecer vulnerable y debilitado.

El enfoque en política doméstica de Donald Trump lo llevó a abandonar lo internacional, con la consecuente pérdida de credibilidad y el impacto negativo sobre instituciones internacionales surgidas al abrigo del poderío estadounidense, como Naciones Unidas o la Organización Mundial de Comercio.

Es esa consideración la que parece guiar la conducta internacional de potencias que buscan cuestionar el "orden" político emanado de la Segunda Guerra Mundial y establecer sus propias condiciones hegemónicas, sea regionales o mundiales. Las principales, pero no las únicas, son Rusia y la República Popular China.

Moscú ha mantenido una preocupación por su entorno geopolítico y asegurar que sea amigable, o por lo menos neutralizado. Lo fue con los zares, lo fue cuando sirvió como núcleo de la URSS, y lo es ahora, bajo el régimen de Vladimir Putin, educado en la escuela de los servicios de seguridad soviéticos.

Para Rusia, la región eurasiática es parte importante de su seguridad,  cuestionada ahora por la presencia de naciones que como Ucrania y Georgia se escindieron de la URSS para acercarse o aliarse con bloques adversarios.

China, por su parte, tiene motivos derivados de su historia y sus actuales aspiraciones. Una potencia alguna vez encerrada en sí misma, cayó en el siglo XIX víctima de su propio aislamiento y atraso tecnológico. Durante más de un siglo, hasta 1948, enfrentó intervenciones extranjeras y una serie de gobiernos incapaces, débiles y corruptos. En los últimos 50 años inició un formidable desarrollo económico, basado en una mezcla de capitalismo de Estado y un amplio margen para la empresa privada. Hoy es la segunda potencia económica mundial, en ascenso científico y fuerza militar.

Ambas potencias tratan de establecer sus propias zonas de seguridad y de influencia, con lo que parece un acuerdo tácito de cuidarse las espaldas y llevar con cuidado sus políticas en aquellas zonas donde sus necesidades se cruzan, sea en su enorme frontera o en países euroasiáticos.

Ciertamente no son los únicos que sienten la necesidad de fortalecer su posición, sea porque se sintieron abandonados por EU o por la necesidad y oportunidad, de llenar vacíos. Esa es la situación de Arabia Saudita, Irán, Turquía o India

Ahora Biden busca restablecer el liderazgo internacional estadounidense. Pero no le será fácil.

Por JOSÉ CARREÑO FIGUERAS.
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM 
@CARRENOJOSE1

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