ANECDATARIO

“Un libro y una rosa”

El año pasado las festividades vinculadas al día de Sant Jordi se cancelaron en su totalidad debido a la pandemia

OPINIÓN

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Atala Sarmiento/ Anecdatario/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: FOTO: Especial

Había escuchado muchas veces que el día de Sant Jordi es uno de los más bonitos en Barcelona. Se llevan a cabo muchas actividades relacionadas a la conmemoración del Santo que es Patrono de Cataluña desde 1456.

El año pasado las festividades vinculadas al día de Sant Jordi se cancelaron en su totalidad debido a la pandemia. Era mi primer año en Barcelona y me había hecho ilusiones con todo lo que me habían contado sobre este día tan particular cuyo origen desconoce mucha gente.

Para algunos es sabido el hecho de que en este día se acostumbra regalar un libro y una flor, pero quizá ignoren el motivo.

La leyenda del santo que pasó de soldado a mártir se remonta a la Edad Media en las tierras de Capadocia, Turquía, que en tiempos de San Jorge pertenecía al Imperio Romano.

El mito narra que en aquella región habitaba un implacable dragón que tenía atemorizados a los habitantes. Para evitar que los atacara, diariamente lo alimentaban con dos corderos.

Pero llegó el día en que se agotaron los animales que servían para aplacar su crueldad, así que el pueblo acordó que solo podían enviar a un cordero y un humano.

La persona se elegía en un sorteo y, a cambio, el reino otorgaba una compensación económica a la familia que entregaba a uno de sus integrantes.

Llegó el día en que el pueblo, ya cansado, pidió incluir en el sorteo a la familia real, y la princesa fue la seleccionada por el azar para ser engullida por el dragón. Así apareció el valiente caballero San Jordi que, montado en su caballo enfrentó a la fiera enterrándole su espada, robándole la vida y salvando así a la heredera del reino. De la sangre derramada por el dragón nació un rosal de flores rojas consolidándose la leyenda del caballero, el dragón y la princesa.

Existe otra versión que indica que este acontecimiento sucedió en un pequeño poblado catalán llamado Montblanc, en la provincia de Tarragona, pero los hechos se narran igual.

Desde el siglo XV ya existía en Barcelona una feria de rosas con motivo del día de Sant Jordi que solía organizarse de forma tradicional en el Palau de la Generalitat y era visitado, especialmente, por parejas comprometidas y matrimonios jóvenes.

Actualmente a lo largo y ancho de Cataluña es un día que no pasa inadvertido y en el que se acostumbra el montaje de puestecillos en las calles en donde pueden obtenerse libros y rosas. La tradición dicta que las mujeres le regalen un libro a los hombres y ellos una rosa a las chicas. La concurrencia ahora es de todo tipo, niños, jóvenes, adultos, estudiantes, hasta los políticos lo aprovechan. En el resto del mundo el día de Sant Jordi es conocido como el día internacional del libro.

Estoy ansiosa de pasar mi primer Sant Jordi en Barcelona y, por supuesto, recibir la rosa correspondiente…

POR ATALA SARMIENTO
COLUMNAS.ESCENA@HERALDODEMEXICO.COM.MX
@ATASARMI

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