NUEVOS ENTORNOS

La protección en tiempos de movilidad y pandemia

La movilidad continúa siendo una creciente tendencia global, aún en condiciones de pandemia

OPINIÓN

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Guadalupe González / Nuevos Entornos/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La movilidad continúa siendo una creciente tendencia global, aún en condiciones de pandemia. Requiere de cambio a las formas de atención y protección social, de consideración de otras fórmulas a las experimentadas.

Mientras urbanistas y expertos colaboran para enfrentar la actual realidad, la pandemia aumenta las preocupaciones por las capacidades de respuesta local. La atención está en el cumplimiento de compromisos para los que se realizaron enormes esfuerzos diplomáticos, políticos y sociales en la última década. 

Los conflictos y crisis de movilidad regional en las Américas, en el Mediterráneo y en las costas de África o del Pacífico, apuntan a que los acuerdos globales en materia de migración merecen estar en la lista de las principales prioridades globales, no sólo en los lugares de mayor criticidad y regiones en las que los límites de capacidad de recepción se presentan.

Según la Organización Internacional de las Migraciones, el actual brote pandémico originado por el COVID-19 impacta de una forma sin precedente la movilidad de las personas. Inclusión y gestión de las fronteras, protección a todas las personas en movimiento, a los desplazados por conflictos y desastre.

Hace 4 años, Jorge Martínez Pizarro investigador de CELADE, División de Población de la CEPAL analizaba los patrones y magnitudes de la migración latinoamericana y caribeña, reportando que se podía clasificar en cuatro formas, la emigración extrarregional, la interregional, la inmigración histórica de ultramar y la de retorno. 

Las cifras se han modificado pendientes de un análisis actualizado. 30 millones de latinoamericanos y caribeños residían en países distintos al de su nacimiento hace una década. Una cifra equivalente a 4% de personas de la población total regional. En mayor proporción en El Caribe, México y Centroamérica.

Costa Rica era el país que recibía entonces, mayor migración con relación al tamaño de su población, cuando por el otro extremo, en los Estados Unidos de América se concentraban casi tres cuartas partes de la población emigrante, con 70% la movilidad intrarregional constituía 15% y la que decidía otros destinos incluía a Canadá en 2%, España 8%, y otros destinos extracontinentales 5%. 

La revisión de los compromisos globales y la ratificación de compromiso de protección y humanitarios dependen de los recursos efectivos que se dediquen a la atención de los problemas actuales de movilidad. Recientemente, Colombia anunció soluciones a la población venezolana en su territorio con ajustes a su política de inmigración.

Ahora la atención se coloca en las conversaciones en los próximos acuerdos que se logren en la región de América del Norte con respecto a un fenómeno migratorio compartido con la región mesoamericana y caribeña. Así como en el avance y ejecución de los compromisos globales al respecto.

POR GUADALUPE GONZÁLEZ
*CATEDRÁTICA UNIVERSITARIA

 

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