DESDE AFUERA

EU-Canadá: dificultad en la relación

Los principales puntos de fricción entre ambas naciones son energía y medio ambiente, y lo que implica la idea de "comprar estadounidense"

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: FOTO: Especial

Cuando se piensa en política internacional, Canadá es considerado como un aliado casi incondicional de Estados Unidos, aunque también como una especie de "conciencia" para el hegemón con el que comparte frontera.

Es un muy cercano socio militar, económico y político con reglas claras, y una tradición jurídica que les facilita entenderse.

Pero las relaciones bilaterales sufrieron seriamente durante los cuatro años de gobierno de Donald Trump. El primer ministro Justin Trudeau nunca ocultó su disgusto con las políticas y las formas del ahora expresidente. 

The New York Times recordó recientemente lo que calificó como "un enfrentamiento infame", durante la reunión del Grupo de los 7, de  2018, en Canadá: "Trump impuso aranceles al acero y aluminio canadienses en nombre de la seguridad nacional y luego atacó a Trudeau como muy deshonesto y débil por quejarse". 

A nadie extrañó entonces que una gran parte de los canadienses, y Trudeau en especial, recibieran con agrado la elección del presidente Joe Biden, y con ello dar la bienvenida a los problemas habituales de la relación bilateral.

Para Canadá, hoy, los principales puntos de fricción con Estados Unidos son energía y medio ambiente, y lo que implica la idea de "comprar estadounidense" que figura en el centro de la propuesta económica del presidente Biden.

Existe por supuesto el cierre fronterizo, decretado el 21 de marzo, que ha causado irritación y molestias, pero no fue del todo mal recibido por una población con menos renuencia que los estadounidenses para acatar las medidas de prevención contra la pandemia de COVID-19. 

A cambio, los canadienses están preocupados por una de las primeras órdenes ejecutivas (decretos) de Biden: cancelar el oleoducto Keystone XL, que habría transportado petróleo desde Alberta, (en el oeste de Canadá) al Golfo de Texas. El crudo es la principal exportación canadiense y como tal, "crucial para su recuperación pospandémica", en palabras de la empresa de análisis Eurasia Group.

La medida de Biden va de acuerdo con su intención declarada de dar prioridad a las energías limpias. Y eso, evidentemente, forma parte de la política de protección al medio ambiente promovida por el mandatario estadounidense.

Pero al anunciar la cancelación, no consultó a los canadienses. Y si bien pudiera sonar habitual, eso no cayó bien en Ottawa, y mucho menos en Alberta.

Una segunda parte, las implicaciones de "comprar estadounidense". Un decreto de Biden que obliga a las dependencias del gobierno a dar prioridad a los proveedores locales para contratos con sede en territorio estadounidense.

Igualmente, aumenta la cantidad de material que una empresa debe incluir para ser certificada como "fabricada en Estados Unidos". Tampoco pareció considerar los problemas colaterales.

Y esa es una postura que tiene interés directo para México

 

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@CARRENOJOSE1


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