COLUMNA INVITADA

Falla atención de causas de la violencia: ASF

Si bien era previsible que esto sucediera, casi nadie reparó en los diversos señalamientos que se venían dando respecto de fallas parciales en dichos programas

OPINIÓN

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Facundo Rosas/ Colaborador/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Si nos atenemos a las declaraciones del presidente de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación de la Cámara de Diputados a Heraldo Media Group y no a las del auditor tras el desconocimiento de su trabajo por parte del titular del ejecutivo federal, al menos dos de los programas sociales que buscan atender las causas de la violencia y la delincuencia habrían fallado, debido a que desde el primer año enfrentan problemas en materia de rendición de cuentas.

Me refiero a los programas “Jóvenes construyendo el futuro” y “Sembrando vida” en los cuales la revisión de la cuenta pública 2019 detectó una serie de irregularidades que ponen en entredicho sus objetivos. En el primero de ellos la suma observada ascendió a 75 millones de pesos, mientras que en segundo fue de 338 millones en números redondos, independientemente de que la meta de árboles frutales y maderables no fue alcanzada.

Si bien era previsible que esto sucediera, casi nadie reparó en los diversos señalamientos que se venían dando respecto de fallas parciales en dichos programas.

Dos de esos señalamientos los referí en este espacio el 11 de julio de 2020, ambos sobre el programa “Jóvenes construyendo el futuro”. El primero derivaba de un hallazgo del Órgano Interno de Control de la Secretaría de la Función Pública tras auditar una muestra de 91 expedientes, detectando anomalías en más de la mitad de ellos, consistentes en no acreditar la ubicación de los centros de trabajo (centros fantasma) y solicitar dinero a los aprendices por parte de los promotores, algo así como becarios que cobrarían mensualmente pero no acudirían a los centros asignados (becarios aviadores).

El otro señalamiento era referente a que en las Alcaldías ubicadas en el sur de la Ciudad de México, promotores de “Jóvenes construyendo el futuro” se acercaron a unidades económicas de reciente apertura, específicamente estéticas y actividades afines, para indicarles que anotaran a entre 3 y 4 becarios, que estarían asignados a sus negocios pero no asistirían a realizar labor alguna. Desde ese entonces no se ha vuelto a saber de ellos, ni de los promotores ni de los aprendices.

Ahora sabemos también que, según el informe difundido por la ASF, diversos centros de trabajo no contaban con Registro Federal de Causantes (RFC), mientras que otros proporcionaron uno incorrecto y nadie fue capaz de verificar esta situación. Asimismo nos enteramos que en principio las reglas de operación de este programa no exigían la entrega de RFC ya que la mayoría de los negocios incluidos en el mismo no lo tenían y en caso de que lo tuvieran no lo entregaron por temor a que el SAT verificara su status fiscal. 

Con base en lo anterior, se advierte que los programas sociales encaminados a atender las causas de la violencia no están cumpliendo con el fin para el que fueron creados, pero sí con su efecto colateral que tiene que ver con el proceso electoral, no en balde los recursos económicos serán entregados antes de que comiencen las campañas y en una sola exhibición.

Falta ver como salen evaluados los programas relacionados con la educación y la salud tanto en 2019 como en 2020, cuando la pandemia del coronavirus nos confinó casi por completo y solo así disminuyeron los delitos.

POR  FACUNDO ROSAS
EXCOMISIONADO DE LA POLICÍA FEDERAL

avh