Este año los carnavales de la época se encaran de manera diferente en todo América Latina y El Caribe. En todos los países la importante herencia cultural será diferente. A pesar de las dificultades para salir y convivir en el espacio abierto, las comunidades encuentran la maneras de realizar lo propio con los medios al alcance.
Este año a lo largo del continente, irá vía digital o se suspenderá en recordatorio de las pérdidas por la pandemia ante una crisis sanitaria tan dura, como lo anunciaron los organizadores del Carnaval de Cajamarca en Perú, desde noviembre pasado. Aún así, se logrará conservar, desarrollar y documentar.
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Encuentro de culturas parte del patrimonio reconocido, suman, mezclan, fusionan los elementos culturales tradicionales de cada lugar. En cada país o localidad los suyos. Requieren altos grados de organización durante todo el año. Los cortejos que caminarán por las calles se preparan todo el año.
Suelen celebrarse en febrero o marzo, cada año y se realiza normalmente entre jueves y domingo para terminar el siguiente martes. El Mardi Gras o Martes de Carnaval marca su conclusión, con la participación de la población local o de quienes viajan para asistir, grupos musicales, carrozas, disfraces, bailes. Toda una comunidad de expertos.
En Mesoamérica son conocidos ampliamente los que se celebran en ciudades portuarias mexicanas, caribeñas y colombianas, los de Las Tablas en Panamá, Antigua en Guatemala, Limón en Costa Rica, Road Marcha en Belice, La Ceiba en Honduras, Río San Juan en Nicaragua, San Miguel en El Salvador.
Reconocidos como parte del patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO son ya los de varios países de la región. El de Negros y Blancos junto con el de Barranquilla de Colombia, Oruro de Bolivia, Carnaval de Callao de Venezuela, Recife de Brasil. En cada región, o país los suyos.
La UNESCO, reconoce que se caracteriza por recoger elementos tradicionales precristianos que incorporan las de pueblos originarios latino caribeños y de origen afroamericano. Coinciden con los cambios de estación y la inminente llegada de la oscuridad y el regreso de la luz, o con la tradición cristiana que precede al período de cuaresma.
Todavía la vacuna no alcanza a cubrir a todos quienes celebran la fiesta del carnaval, pero el apoyo a los mecanismos de cooperación puede contribuir a asegurar que estas y otras fiestas se recuperen.
Ahora con el acceso a los medios digitales, se puede acompañar como observador en las diferentes regiones del mundo. Como los de Nueva Orleans, en Estados Unidos, los de varias ciudades italianas, y de otras localidades por todo el mundo como las de África.
Una invitación este 2021 para visitar virtualmente los de otras regiones como los organizados y reconocidos en las ciudades de África, como los de Angola, Guinea-Bissau, Cabo Verde, Mozambique, Seychelles, Sudáfrica, Zimbabue o Ghana. O los de Imst en Austria, Aalst y Binche en Bélgica, el de pueblos de la región de Hlinecko–Chequia, de la región de Kastav de Croacia, Granville de Francia, el tradicional del final del invierno de Mohácas de Hungría, entre otros.
POR GUADALUPE GONZÁLEZ
*CATEDRÁTICA UNIVERSITARIA
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