COLUMNA INVITADA

Recuperar los fundamentos

Las políticas del gobierno no han dado un empuje a la economía, lo que se suma a una crisis de inseguridad

OPINIÓN

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Georgina Trujillo / Colaboradora / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Esta será la última columna del año, uno muy complicado para muchos. En México, además de las presiones de un segundo año de pandemia, también hay diversos factores internos que complican más una situación de por sí ya difícil.

Las políticas públicas de este gobierno no han conseguido dar un empuje a la economía, lo que se suma a una crisis de inseguridad, con cifras de violencia sin precedentes, además de los flagrantes actos de corrupción de funcionarios y familiares del presidente, a quienes se les permite total impunidad.

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Cerramos un año con incertidumbre a causa de un gobierno que se quedó a la mitad de lo que debería ser, mientras duplica las pérdidas que provoca su soberbia: la falta de certeza es la semilla de la crisis.

¿Cómo recuperamos la certidumbre? ¿Cómo conservamos fundamentos sólidos para nuestra democracia, para soportar los embates autoritarios y la simulación que conlleva el ejercicio del poder?

¿Cómo fijar un destino claro frente a la opacidad y la falta de rendición de cuentas; ante los decretazos, la injerencia del crimen en las elecciones, los familiares incómodos y los viejos fantasmas que no nos permiten realizar una transición saludable a un país maduro?

Los fundamentos democráticos sólo pueden recuperarse con equilibrios en el poder y un implacable escrutinio de su ejercicio.

Donde el gobierno busca distraer con discursos y frases gastadas, la ciudadanía debe fijarse en los hechos, los resultados y, en su caso, la falta de ellos.

La oposición, por su parte, debe entender que es infructuoso enfrascarse en una lucha constante por negar al presidente cada mañana. Evidenciar los resultados lamentables de su estrategia de brazos caídos contra el narcotráfico.

Recuperar los fundamentos también tiene que ver con no dar sobrecobertura mediática a las declaraciones absurdas del presidente. Se necesitan más investigaciones periodísticas sobre la naturaleza de los contratos públicos fraudulentos y las múltiples corruptelas que se practican.

Los mexicanos debemos dejar de buscar a la antítesis de los presidentes, como en su momento fue el mismo López Obrador. Queda claro que el caudillismo ya no es una solución a los problemas de un país tan complejo.

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Requerimos devolver la fortaleza a las instituciones con base en reglas claras y transparentes. Aún estamos a tiempo. Somos testigos de esfuerzos aislados por funcionarios con altura de miras. Todavía tenemos instancias para frenar las locuras de un mandatario ciego y anticuado.

Hemos logrado impedir decretazos, contrarreformas y mayorías legislativas artificiales. Nuestro fundamento, como mexicanos, ya no es un partido o una ideología, somos todos nosotros y nuestras ganas de seguir adelante a pesar de mil crisis y pandemias. Esa debe ser nuestra verdadera esperanza en tiempos inciertos. ¡Feliz Navidad!

POR GINA TRUJILLO
COLABORADORA
@GINATRUJILLOZ

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