Columna Invitada

Los primeros cambios de la Seguridad Social en la 4T

De acuerdo con las investigaciones del tema, entre 1982 y 1987 el gasto per cápita en salud disminuyó en un 50%, y en el caso del ISSSTE, hasta un 70 por ciento

Los primeros cambios de la Seguridad Social en la 4T
Martí Batres Guadarrama / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

Los conservadores se volvieron críticos de la seguridad social a partir del 2018, sin considerar, por obvias razones, el legado desolador que sus gobiernos dejaron en este ramo.

De acuerdo con las investigaciones del tema, entre 1982 y 1987 el gasto per cápita en salud disminuyó en un 50%, y en el caso del ISSSTE, hasta un 70 por ciento.

En los años 90 se privatizó el sistema de pensiones del IMSS y se precarizaron los salarios del personal de salud.

Para inicios del siglo se estableció el sistema de co pago para los usuarios de los servicios de salud pública y se generalizó la subrogación de la atención médica, con el llamado Seguro Popular.

En la segunda década del siglo XXI, en el ISSSTE, se privatizó el sistema de pensiones, se le despojó de sus atribuciones para construir vivienda social, se desmantelaron sus tiendas de abasto social y se privatizaron servicios médicos integrados y hasta el manejo de nuevos hospitales.

Sin embargo, a partir de 2019, se empezaron a tomar medidas para el rescate del sistema de salud y seguridad social. Entre las reformas y decisiones tomadas están:

-Reforma constitucional para incorporar el derecho a la salud pública, universal, integral y gratuita.

-Incremento al salario mínimo, con dos consecuencias: aumento en el volumen de las cuotas de los trabajadores al IMSS y crecimiento de la pensión mínima del ISSSTE, que pasó de 2 mil 640 pesos al mes en 2018 a 7 mil 470 en 2024.

-Eliminación del régimengeneral de subcontratación laboral (outsourcing), que permitió recuperar un amplio caudal de aportaciones patronales del IMSS.

-Creación del IMSS Bienestar, para universalizar los servicios de salud dirigidos a las personas sin seguridad social laboral.

-Programa La Clínica Es Nuestra para renovar infraestructura, equipamiento y mobiliario de las unidades médicas con participación social.

-Aumento salarial y basificación para los trabajadores de la salud que pasaron de los sistemas locales al IMSS-Bienestar.

-Nacionalización de los servicios integrados de hemodinamia y anestesia y de los hospitales tipo asociaciones público-privadas, en el ISSSTE.

-Incorporación de equipos de alta gama, como tomógrafos, mastógrafos, resonadores magnéticos y otros.

-Terminación de hospitales abandonados.

-Creación de la pensión universal no contributiva para personas adultas mayores.

-Creación del Fondo de la Pensión para el Bienestar, para garantizar una pensión con el monto de su último salario a quienes están en el régimen de capitalización individual. 

Ahora toca concretar el segundo piso de la transformación de la Seguridad Social.

POR MARTÍ BATRES GUADARRAMA

DIRECTOR GENERAL DEL  ISSSTE

@MARTIBATRES

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