Somos aproximadamente 130 millones de habitantes en este país, somos mujeres y hombres, de todas las edades, de diversas partes del país, quienes tenemos la esperanza de que con la vacuna termine la pandemia del Covid19, la economía se reactive, podamos reunirnos, abrazarnos, la incertidumbre, el dolor y el luto nos den finalmente una tregua.
Desde que inició la enfermedad, los países comenzaron a la par una vertiginosa carrera por encontrar la cura; sus científicos se pusieron a trabajar a marchas forzadas, pero nosotros no pudimos, porque este gobierno morenista desde que inició consideró que no era un rubro importante y nos quedamos muy atrás.
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Hoy, que ya hay una luz al final del túnel, los gobiernos en todo el mundo han iniciado la titánica misión de vacunar a su población y, otra vez, nosotros no estamos a la par.
Nuestro vecino país del norte, por ejemplo, lleva más de 12 millones de vacunas; China, más 10 millones de dosis y Reino Unido más de 4 millones. Israel y los Emiratos Árabes Unidos son líderes en vacunación, pero México al paso que va, terminará dentro de 14 años pues desde diciembre lleva apenas 470 mil primeras dosis aplicadas a personal del sector salud. Desafortunadamente, ya el subsecretario, Hugo López-Gatell, admitió que hay un retraso y que la segunda aplicación será el 15 de febrero.
A eso hay que sumarle que ya advirtieron que no habrá vacunas para todos, solo para 105 millones de mexicanos, lo que dejaba fuera a otros 25 millones; pero queriendo aparentar una actitud caritativa, cedió una parte de las dosis a países pobres, por lo que el número será aún mayor. ¡Y no se nos olvide que, en este año electoral, también es su prioridad vacunar a sus Siervos de la Nación, mucho antes que a médicos, enfermeras y demás personal del sector Salud!
Pero además de carente de visión, de ineficiente, este gobierno federal morenista es también opaco, pues reservó la información de los contratos de adquisición de las vacunas durante 5 años, por lo que no podremos saber cuánto gastaron, cómo y con quién.
¿Será que por eso y muchas otras cosas más terminó renunciando la encargada de la mal llamada Estrategia Nacional de Vacunación contra el Covid19, Miriam Esther Veras Godoy justo el día en que el Presidente anunció que no llegarían las dosis de Pfizer?
Tristemente, para nosotros, es una pésima noticia que no haya orden en la aplicación de vacunas, sobre todo cuando las y los diputados federales de oposición pedimos se etiquetaran recursos para este fin, pero en una actitud soberbia, con una mayoría aplastante, hicieron caso omiso. Como he insistido, la vacuna para todos significa poder recuperar lo que la pandemia, junto con este gobierno, nos ha quitado de nuestras manos.
POR ANILÚ INGRAM VALLINES
DIPUTADA FEDERAL
@ANILUINGRAM
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