AGENDA CONFIDENCIAL

Adiós a usos y costumbres... de inteligencia

Para nadie es un secreto que desde hace décadas operan en México más de una docena de organismos que realizan espionaje por cuenta del gobierno de los Estados Unidos en diversas áreas

OPINIÓN

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Luis Soto / Agenda Confidencial / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

La Cámara de Diputados aprobó, sin quitarle ni una coma, la iniciativa de Reforma a la Ley de Seguridad Nacional, que le envió el senado de la República a principios de diciembre, para regular las actividades que desarrollan agentes de gobiernos extranjeros, en especial los de los Estados Unidos.

Para nadie es un secreto que desde hace décadas operan en México —a sus anchas y en muchos casos violando las leyes mexicanas— más de una docena de organismos que realizan espionaje por cuenta del gobierno de los Estados Unidos en diversas áreas. Además de la DEA, lo hacen la CIA, el FBI, el Departamento de Comercio, el de Agricultura, entre otros. Intervienen teléfonos, espían a personajes de la clase política, recopilan información que es enviada a Washington donde es procesada y utilizada para la toma de decisiones que afectan a nuestro país desfavorablemente, comentamos en esta columna el pasado 7 de diciembre.

Pues ahora, con la nueva legislación, los agentes de esas y otras corporaciones tendrán que pedir permiso e informar sobre todas las actividades que llevan a cabo. Será la Secretaría de Relaciones Exteriores y no la de Gobernación – como ocurrió durante más de medio siglo—quien supervise ese tipo de operaciones.

 Las primeras preguntas de los observadores políticos son: ¿Podrá la cancillería con el paquete? ¿Podrán afectivamente regular la internación, permanencia y funciones en México de esos agentes extranjeros? ¿Tiene la dependencia mexicana la estructura y el personal capacitado para hacerlo? ¿Creará una oficina de contrainteligencia para vigilar todas y cada una de las actividades de esos agentes?

Y también cabe preguntarse: ¿Cuál será la respuesta de Estados Unidos a estas nuevas obligaciones que tendrán que cumplir no sólo la DEA, la CIA, el FBI sino otras dependencias? ¿Se van a quedar de brazos cruzados?

Hurgando en el archivo periodístico, el columnista encontró un libro titulado “Inteligencia Estratégica para la política mundial norteamericana”, escrito en 1948 por el profesor de la Universidad de Yale, Sherman Kent, quien se refiere al tema que hoy nos ocupa de la siguiente manera:

“Inteligencia es el conocimiento que nuestros hombres, civiles y militares, que ocupan cargos elevados, deben poseer para salvaguardar el bienestar nacional. La inteligencia constituye una institución; es una organización física de seres vivos que persigue, como fin, una clase especial de conocimiento. Una organización semejante debe hallarse preparada para pones a los países extranjeros bajo vigilancia u observación y debe estar preparada para explicar sus pasados, su presente y probables futuros. Debe tener seguridad de lo que produzca en el sentido de información sobre esos países, sea útil a la gente que toma las decisiones. Algunos del equipo deben ser particularmente expertos como observadores sobre el terreno y como tales formarán el grueso de la fuerza de observación en el extranjero. Son los hombres estacionados en las capitales extranjeras cuya misión consiste en observar e informar”.

Como vemos, con la reforma a la Ley de Seguridad Nacional, el gobierno de la 4T pretende acabar con lo que bien podría llamarse “usos y costumbres” de nuestros “partners” en materia de inteligencia.

Por LUIS SOTO
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